< Anterior |
Siguiente > |
1 Y dijo David: Aquí estará la casa de Jehová Dios, y aquí el altar del holocausto para Israel.
2 Después mandó David que se reuniese a los extranjeros que había en la tierra de Israel, y señaló de entre ellos canteros que labrasen piedras para edificar la casa de Dios.
3 Asimismo preparó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta.
4 Porque los sidonios y tirios habían traído a David abundancia de madera de cedro.
5 Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia.
6 Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel.
7 Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios.
8 Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
9 He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días.
10 El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.
11 Ahora pues, hijo mío, Jehová esté contigo, y seas prosperado, y edifiques casa a Jehová tu Dios, como él ha dicho de ti.
12 Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la ley de Jehová tu Dios.
13 Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
14 He aquí, yo con grandes esfuerzos he preparado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro, y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.
15 Tú tienes contigo muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros, y todo hombre experto en toda obra.
16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro, no hay cuenta. Levántate, y manos a la obra; y Jehová esté contigo.
17 Asimismo mandó David a todos los principales de Israel que ayudasen a Salomón su hijo, diciendo:
18 ¿No está con vosotros Jehová vuestro Dios, el cual os ha dado paz por todas partes? Porque él ha entregado en mi mano a los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sometida delante de Jehová, y delante de su pueblo.
19 Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová.
1 Entonces dijo David: “Esta es la casa de Jehová el Dios [verdadero], y este es un altar para ofrenda quemada para Israel”.
2 David ahora dijo que se reuniera a los residentes forasteros que estaban en la tierra de Israel, y entonces los colocó como canteros para labrar piedras cuadradas para edificar la casa del Dios [verdadero].
3 Y hierro en gran cantidad para clavos para las hojas de las puertas y para grapas preparó David, y también cobre en cantidad tal que no se podía pesar,
4 y también maderas de cedro sin número; porque los sidonios y los tirios trajeron maderas de cedro en gran cantidad a David.
5 Por consiguiente, David dijo: “Salomón mi hijo es joven y delicado, y la casa que ha de edificarse a Jehová ha de ser sobrepujantemente magnífica en cuanto a hermosa distinción para todos los países. Déjame, pues, hacerle preparativos”. De modo que David hizo preparativos en grandes cantidades antes de su muerte.
6 Además, llamó a Salomón su hijo para mandarle que edificara una casa a Jehová el Dios de Israel.
7 Y David pasó a decir a Salomón su hijo: “En cuanto a mí mismo, llegó a estar junto a mi corazón el edificar una casa al nombre de Jehová mi Dios.
8 Pero la palabra de Jehová vino contra mí, diciendo: ‘Sangre en gran cantidad has vertido, y grandes guerras has hecho. No edificarás una casa a mi nombre, porque mucha sangre has vertido en la tierra delante de mí.
9 ¡Mira! Te va a nacer un hijo. Él mismo resultará ser hombre de descanso, y ciertamente le daré descanso de todos sus enemigos todo en derredor; pues Salomón es lo que llegará a ser su nombre, y paz y tranquilidad otorgaré a Israel en sus días.
10 Es él quien edificará una casa a mi nombre, y él mismo llegará a ser un hijo para mí, y yo un padre para él. Y ciertamente estableceré el trono de su gobernación real firmemente sobre Israel hasta tiempo indefinido’.
11 ”Ahora, hijo mío, que Jehová resulte estar contigo, y tienes que lograr éxito y edificar la casa de Jehová tu Dios, tal como él ha hablado respecto a ti.
12 Solo que Jehová te dé discreción y entendimiento, y que te dé mandamiento respecto a Israel, aun para guardar la ley de Jehová tu Dios.
13 En ese caso lograrás éxito si pones cuidado en poner por obra las disposiciones reglamentarias y las decisiones judiciales que Jehová mandó a Moisés respecto a Israel. Sé animoso y fuerte. No tengas miedo ni te aterrorices.
14 Y aquí durante mi aflicción he preparado para la casa de Jehová cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y en cuanto al cobre y el hierro, no hay manera de pesarlos por haber llegado a estar en tan [grande] cantidad; y maderas y piedras he preparado, pero a estas harás añadiduras.
15 Y contigo hay en gran número hacedores del trabajo: canteros y trabajadores en [obras de] piedra y de madera, y todos los que son diestros en toda suerte de trabajo.
16 En cuanto al oro, la plata y el cobre y el hierro, no hay manera de numerarlos. Levántate y actúa, y que Jehová resulte estar contigo”.
17 Y David pasó a mandar a todos los príncipes de Israel que ayudaran a Salomón su hijo:
18 “¿No está con ustedes Jehová su Dios, y no les ha dado descanso todo en derredor? Porque ha dado en mi mano los habitantes del país, y el país ha sido sojuzgado delante de Jehová y delante de su pueblo.
19 Ahora fijen ustedes su corazón y su alma para inquirir tras Jehová su Dios, y levántense y edifiquen el santuario de Jehová el Dios [verdadero], para traer el arca del pacto de Jehová y los utensilios santos del Dios [verdadero] a la casa edificada al nombre de Jehová”.