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1 REYES 11 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas;

2 gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.

3 Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.

4 Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.

5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.

6 E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.

7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

8 Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.

9 Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,

10 y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.

11 Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.

12 Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.

13 Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido.

14 Y Jehová suscitó un adversario a Salomón: Hadad edomita, de sangre real, el cual estaba en Edom.

15 Porque cuando David estaba en Edom, y subió Joab el general del ejército a enterrar los muertos, y mató a todos los varones de Edom

16 (porque seis meses habitó allí Joab, y todo Israel, hasta que hubo acabado con todo el sexo masculino en Edom),

17 Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad muchacho pequeño.

18 Y se levantaron de Madián, y vinieron a Parán; y tomando consigo hombres de Parán, vinieron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, el cual les dio casa y les señaló alimentos, y aun les dio tierra.

19 Y halló Hadad gran favor delante de Faraón, el cual le dio por mujer la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.

20 Y la hermana de Tahpenes le dio a luz su hijo Genubat, al cual destetó Tahpenes en casa de Faraón; y estaba Genubat en casa de Faraón entre los hijos de Faraón.

21 Y oyendo Hadad en Egipto que David había dormido con sus padres, y que era muerto Joab general del ejército, Hadad dijo a Faraón: Déjame ir a mi tierra.

22 Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? El respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.

23 Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba.

24 Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí, y le hicieron rey en Damasco.

25 Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal con el de Hadad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria.

26 También Jeroboam hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre se llamaba Zerúa, la cual era viuda, alzó su mano contra el rey.

27 La causa por la cual éste alzó su mano contra el rey fue esta: Salomón, edificando a Milo, cerró el portillo de la ciudad de David su padre.

28 Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.

29 Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.

30 Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos,

31 y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus;

32 y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel;

33 por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.

34 Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.

35 Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus.

36 Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.

37 Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.

38 Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.

39 Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.

40 Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

41 Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón?

42 Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años.

43 Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo.

  X


1 Y el rey Salomón mismo amó a muchas esposas extranjeras junto con la hija de Faraón, a moabitas, ammonitas, edomitas, sidonias [e] hititas,

2 de las naciones de las que Jehová había dicho a los hijos de Israel: “Ustedes no deben meterse entre ellas, y ellas mismas no deben meterse entre ustedes; verdaderamente inclinarán el corazón de ustedes a seguir a los dioses de ellas”. A ellas se adhirió Salomón para amarlas.

3 Y llegó a tener setecientas esposas, princesas, y trescientas concubinas; y poco a poco sus esposas le inclinaron el corazón.

4 Y al tiempo en que envejeció Salomón aconteció que sus esposas mismas habían inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová su Dios como el corazón de David su padre.

5 Y Salomón empezó a ir tras Astoret, la diosa de los sidonios, y tras Milcom, la cosa repugnante de los ammonitas.

6 Y Salomón empezó a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, y no siguió de lleno a Jehová como David su padre.

7 Fue entonces cuando Salomón procedió a edificar un lugar alto a Kemós, la cosa repugnante de Moab, en la montaña que estaba enfrente de Jerusalén, y a Mólek, la cosa repugnante de los hijos de Ammón.

8 Y así hizo para todas sus esposas extranjeras que hacían humo de sacrificio y ofrecían sacrificios a sus dioses.

9 Y Jehová llegó a estar enojado con Salomón, porque su corazón se había inclinado a alejarse de Jehová el Dios de Israel, el que se le había aparecido dos veces.

10 Y respecto a esta cosa le mandó que no se fuera tras otros dioses; pero él no había guardado lo que Jehová había mandado.

11 Jehová ahora dijo a Salomón: “Por motivo de que esto ha sucedido contigo, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que te impuse como mandato, sin falta arrancaré el reino de sobre ti, y ciertamente lo daré a tu siervo.

12 Sin embargo, no lo haré en tus días, por causa de David tu padre. De la mano de tu hijo lo arrancaré.

13 Solo que no será todo el reino lo que arrancaré. Daré una tribu a tu hijo, por causa de David mi siervo, y por causa de Jerusalén que he escogido”.

14 Y Jehová empezó a levantar un resistidor a Salomón, a saber, a Hadad, el edomita, de la prole del rey. Este estaba en Edom.

15 Y cuando David derribó a Edom, cuando Joab el jefe del ejército subió a enterrar a los que habían sido muertos, aconteció que él trató de derribar a todo varón de Edom.

16 (Porque seis meses moró allí Joab, y todo Israel, hasta que él hubo cortado [de la existencia] a todo varón de Edom.)

17 Y Hadad se fue huyendo, él y junto con él algunos edomitas de los siervos de su padre, para entrar en Egipto, mientras Hadad era un muchacho de poca edad.

18 De modo que se levantaron de Madián y entraron en Parán, y tomaron consigo hombres de Parán y entraron en Egipto, a donde Faraón el rey de Egipto, quien entonces le dio una casa. También, pan le asignó, y tierra le dio.

19 Y Hadad continuó hallando favor a los ojos de Faraón, a tal grado que este le dio una esposa, la hermana de su propia esposa, la hermana de Tahpenés la dama.

20 Con el tiempo, la hermana de Tahpenés le dio a luz su hijo Guenubat, y Tahpenés llegó a destetarlo allí mismo en la casa de Faraón; y Guenubat continuó en la casa de Faraón, allí mismo entre los hijos de Faraón.

21 Y Hadad mismo oyó en Egipto que David había yacido con sus antepasados y que Joab el jefe del ejército había muerto. Por lo tanto, Hadad dijo a Faraón: “Envíame, para que me vaya a mi propia tierra”.

22 Pero Faraón le dijo: “¿Qué te falta estando conmigo, para que estés procurando irte a tu propia tierra?”. A lo que él dijo: “Nada; pero debes enviarme sin falta”.

23 Y Dios procedió a levantarle otro resistidor, a saber, a Rezón hijo de Eliadá, que había huido de Hadadézer, el rey de Zobá, su señor.

24 Y este siguió juntando hombres a su lado y llegó a ser jefe de una partida merodeadora, cuando David los mató. Por eso se fueron a Damasco y se pusieron a morar en ella y empezaron a reinar en Damasco.

25 Y él llegó a ser un resistidor de Israel todos los días de Salomón, y eso junto con el perjuicio que Hadad ocasionó; y le tenía un aborrecimiento a Israel mientras continuaba reinando sobre Siria.

26 Y estuvo Jeroboán hijo de Nebat, efraimita de Zeredá, un siervo de Salomón, y el nombre de su madre era Zeruá, una enviudada. Él también empezó a alzar la mano contra el rey.

27 Y esta es la razón por la cual alzó la mano contra el rey: Salomón mismo había edificado el Montículo. Había cerrado la brecha de la Ciudad de David su padre.

28 Ahora bien, el hombre Jeroboán era un hombre valiente y poderoso. Cuando Salomón llegó a ver que el joven era un trabajador muy asiduo, procedió a hacerlo superintendente sobre todo el servicio obligatorio de la casa de José.

29 Y en aquel tiempo en particular aconteció que Jeroboán mismo salió de Jerusalén, y Ahíya el silonita, el profeta, llegó a hallarlo en el camino, y [Ahíya] estaba cubriéndose con una prenda de vestir nueva; y los dos se hallaban solos en el campo.

30 Ahíya ahora asió la prenda de vestir nueva que traía sobre sí y la rasgó en doce pedazos.

31 Y pasó a decir a Jeroboán: “Toma para ti diez pedazos; porque esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Mira que voy a arrancar el reino de la mano de Salomón, y ciertamente te daré diez tribus.

32 Y una tribu es lo que continuará siendo suya por causa de mi siervo David y por causa de Jerusalén, la ciudad que he escogido de todas las tribus de Israel.

33 La razón por ello es que me han dejado a mí y han empezado a inclinarse ante Astoret, la diosa de los sidonios, ante Kemós, el dios de Moab, y ante Milcom, el dios de los hijos de Ammón; y no han andado en mis caminos haciendo lo que es recto a mis ojos, y mis estatutos y mis decisiones judiciales, como David su padre.

34 Pero no tomaré de su mano todo el reino, porque por principal lo estableceré todos los días de su vida, por causa de David mi siervo a quien escogí, porque él guardó mis mandamientos y mis estatutos.

35 Y ciertamente tomaré la gobernación real de la mano de su hijo y te la daré a ti, aun diez tribus.

36 Y a su hijo daré una tribu, a fin de que David mi siervo continúe teniendo una lámpara siempre delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo me he escogido para poner allí mi nombre.

37 Y a ti te tomaré, y verdaderamente reinarás sobre todo lo que tu alma desee con vehemencia, y ciertamente llegarás a ser rey sobre Israel.

38 Y tiene que suceder que, si obedeces todo lo que yo te mande, y de veras andas en mis caminos y realmente haces lo que es recto a mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, así como lo hizo David mi siervo, entonces yo ciertamente resultaré estar contigo, y ciertamente te edificaré una casa duradera, tal como se la he edificado a David, y ciertamente te daré Israel.

39 Y humillaré a la prole de David a causa de esto, solo que no para siempre’”.

40 Y Salomón empezó a buscar la manera de dar muerte a Jeroboán. Por eso Jeroboán se levantó y se fue huyendo a Egipto, a Sisaq el rey de Egipto, y continuó en Egipto hasta la muerte de Salomón.

41 En cuanto al resto de los asuntos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los asuntos de Salomón?

42 Y los días que Salomón había reinado en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años.

43 Entonces yació Salomón con sus antepasados, y fue enterrado en la Ciudad de David su padre; y Rehoboam su hijo empezó a reinar en lugar de él.