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La Palabra de Dios preservada y viva

1 SAMUEL 10 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?

2 Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar se han hallado; tu padre ha dejado ya de inquietarse por las asnas, y está afligido por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?

3 Y luego que de allí sigas más adelante, y llegues a la encina de Tabor, te saldrán al encuentro tres hombres que suben a Dios en Bet-el, llevando uno tres cabritos, otro tres tortas de pan, y el tercero una vasija de vino;

4 los cuales, luego que te hayan saludado, te darán dos panes, los que tomarás de mano de ellos.

5 Después de esto llegarás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entres allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, pandero, flauta y arpa, y ellos profetizando.

6 Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.

7 Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo.

8 Luego bajarás delante de mí a Gilgal; entonces descenderé yo a ti para ofrecer holocaustos y sacrificar ofrendas de paz. Espera siete días, hasta que yo venga a ti y te enseñe lo que has de hacer.

9 Aconteció luego, que al volver él la espalda para apartarse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acontecieron en aquel día.

10 Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.

11 Y aconteció que cuando todos los que le conocían antes vieron que profetizaba con los profetas, el pueblo decía el uno al otro: ¿Qué le ha sucedido al hijo de Cis? ¿Saúl también entre los profetas?

12 Y alguno de allí respondió diciendo: ¿Y quién es el padre de ellos? Por esta causa se hizo proverbio: ¿También Saúl entre los profetas?

13 Y cesó de profetizar, y llegó al lugar alto.

14 Un tío de Saúl dijo a él y a su criado: ¿A dónde fuisteis? Y él respondió: A buscar las asnas; y como vimos que no parecían, fuimos a Samuel.

15 Dijo el tío de Saúl: Yo te ruego me declares qué os dijo Samuel.

16 Y Saúl respondió a su tío: Nos declaró expresamente que las asnas habían sido halladas. Mas del asunto del reino, de que Samuel le había hablado, no le descubrió nada.

17 Después Samuel convocó al pueblo delante de Jehová en Mizpa,

18 y dijo a los hijos de Israel: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los reinos que os afligieron.

19 Pero vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, y habéis dicho: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, presentaos delante de Jehová por vuestras tribus y por vuestros millares.

20 Y haciendo Samuel que se acercasen todas las tribus de Israel, fue tomada la tribu de Benjamín.

21 E hizo llegar la tribu de Benjamín por sus familias, y fue tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl hijo de Cis. Y le buscaron, pero no fue hallado.

22 Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aún no había venido allí aquel varón. Y respondió Jehová: He aquí que él está escondido entre el bagaje.

23 Entonces corrieron y lo trajeron de allí; y puesto en medio del pueblo, desde los hombros arriba era más alto que todo el pueblo.

24 Y Samuel dijo a todo el pueblo: ¿Habéis visto al que ha elegido Jehová, que no hay semejante a él en todo el pueblo? Entonces el pueblo clamó con alegría, diciendo: ¡Viva el rey!

25 Samuel recitó luego al pueblo las leyes del reino, y las escribió en un libro, el cual guardó delante de Jehová.

26 Y envió Samuel a todo el pueblo cada uno a su casa. Saúl también se fue a su casa en Gabaa, y fueron con él los hombres de guerra cuyos corazones Dios había tocado.

27 Pero algunos perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le trajeron presente; mas él disimuló.

  X


1 Samuel entonces tomó el frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza [de Saúl] y besó a [Saúl] y dijo: “¿No es porque Jehová te ha ungido por caudillo sobre su herencia?

2 Al irte de mí hoy ciertamente hallarás dos hombres cerca de la tumba de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Zelzah, y ellos ciertamente te dirán: ‘Las asnas que has ido a buscar las han hallado, pero ahora tu padre ha dejado el asunto de las asnas y se ha puesto inquieto acerca de ustedes, diciendo: “¿Qué haré acerca de mi hijo?”’.

3 Y tienes que pasar de allí más adelante y llegar hasta el árbol grande de Tabor, y allí tienen que encontrarte tres hombres que van subiendo al Dios [verdadero], a Betel, uno llevando tres cabritos y uno llevando tres panes redondos y uno llevando un jarrón de vino.

4 Y ciertamente preguntarán acerca de tu bienestar y te darán dos panes, y tienes que aceptarlos de su mano.

5 Después de eso llegarás a la colina del Dios [verdadero], donde hay una guarnición de los filisteos. Y debe acontecer que, al tiempo de llegar tú allí a la ciudad, ciertamente encontrarás un grupo de profetas que vienen bajando del lugar alto, y delante de ellos un instrumento de cuerdas y pandereta y flauta y arpa, mientras ellos están hablando como profetas.

6 Y el espíritu de Jehová ciertamente entrará en operación sobre ti, y ciertamente hablarás como profeta junto con ellos y serás mudado en otro hombre.

7 Y tiene que suceder que cuando te vengan estas señales, haz para ti lo que tu mano halle posible, porque el Dios [verdadero] está contigo.

8 Y tienes que bajar antes que yo a Guilgal; y, ¡mira!, voy a descender a donde ti para ofrecer sacrificios quemados, para ofrecer sacrificios de comunión. Siete días debes quedarte esperando hasta que yo venga a ti, y ciertamente te daré a conocer lo que debes hacer”.

9 Y sucedió que tan pronto como él volvió el hombro para irse de Samuel, Dios empezó a mudarle el corazón en otro; y todas estas señales procedieron a realizarse en aquel día.

10 De modo que fueron desde allí a la colina, y sucedió que hubo un grupo de profetas que salía a su encuentro; en seguida el espíritu de Dios entró en operación sobre él, y él se puso a hablar como profeta en medio de ellos.

11 Y aconteció que, cuando todos los que lo conocían de antes lo veían, ¡mire!, era con profetas con quienes profetizaba. Por lo tanto la gente se decía uno a otro: “¿Qué es esto que le ha pasado al hijo de Quis? ¿También está Saúl entre los profetas?”.

12 Entonces un hombre de allí contestó y dijo: “¿Pero quién es el padre de ellos?”. Por eso ha llegado a ser un dicho proverbial: “¿También está Saúl entre los profetas?”.

13 Por fin acabó de hablar como profeta y llegó al lugar alto.

14 Más tarde, el hermano del padre de Saúl les dijo a él y a su servidor: “¿Adónde fueron?”. A lo cual él dijo: “A buscar las asnas, y seguimos andando para ver, pero no estaban [allí]. De modo que llegamos a Samuel”.

15 A esto el tío de Saúl dijo: “Infórmame, sí, por favor: ¿Qué les dijo Samuel?”.

16 A su vez, Saúl dijo a su tío: “Nos declaró inequívocamente que las asnas habían sido halladas”. Y del asunto de la gobernación real acerca del cual Samuel había hablado, no le informó.

17 Y Samuel procedió a convocar el pueblo a Jehová en Mizpá

18 y a decir a los hijos de Israel: “Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘Yo fui quien hizo subir a Israel de Egipto y quien los fue librando de la mano de Egipto y de la mano de todos los reinos que los oprimían.

19 Pero ustedes... hoy ustedes han rechazado a su Dios que fue salvador para ustedes de todos sus males y sus angustias, y ustedes pasaron a decir: “No, sino que un rey es lo que debes poner sobre nosotros”. Y ahora tomen su puesto delante de Jehová por sus tribus y por sus millares’”.

20 Por consiguiente, Samuel hizo que se acercaran todas las tribus de Israel, y la tribu de Benjamín salió escogida.

21 Entonces hizo que se acercara la tribu de Benjamín por sus familias, y la familia de los matritas salió escogida. Por fin Saúl hijo de Quis salió escogido. Y se pusieron a buscarlo, y no podían hallarlo.

22 Por lo tanto inquirieron nuevamente de Jehová: “¿Ya ha venido aquí el hombre?”. A esto Jehová dijo: “Aquí está, escondido entre el equipaje”.

23 De modo que fueron corriendo y lo tomaron de allí. Cuando él tomó su puesto en medio del pueblo, era más alto, de los hombros arriba, que toda la demás gente.

24 Entonces Samuel dijo a todo el pueblo: “¿Han visto al que Jehová ha escogido, que no hay ninguno como él entre todo el pueblo?”. Y todo el pueblo se puso a gritar y a decir: “¡Viva el rey!”.

25 Tras eso, Samuel habló al pueblo acerca del derecho que correspondía a la gobernación real, y lo escribió en un libro y lo depositó delante de Jehová. Entonces Samuel envió a todo el pueblo, cada uno a su casa.

26 En cuanto a Saúl mismo, se fue a su casa en Guibeah, y los hombres valientes cuyo corazón Dios había tocado procedieron a ir con él.

27 En cuanto a los hombres que no servían para nada, ellos dijeron: “¿Cómo nos salvará este?”. Por consiguiente, lo despreciaron, y no le trajeron ningún regalo. Pero él continuó como uno que ha quedado mudo.