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2 CRONICAS 13 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 A los dieciocho años del rey Jeroboam, reinó Abías sobre Judá.

2 Y reinó tres años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Micaías hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam.

3 Entonces Abías ordenó batalla con un ejército de cuatrocientos mil hombres de guerra valerosos y escogidos: y Jeroboam ordenó batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, fuertes y valerosos.

4 Y se levantó Abías sobre el monte de Zemaraim, que es en los montes de Efraín, y dijo: Oidme, Jeroboam y todo Israel.

5 ¿No sabéis vosotros, que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos bajo pacto de sal?

6 Pero Jeroboam hijo de Nabat, siervo de Salomón hijo de David, se levantó y rebeló contra su señor.

7 Y se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y pusilánime, y no se defendió de ellos.

8 Y ahora vosotros tratáis de de resistir al reino de Jehová en mano de los hijos de David, porque sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.

9 ¿No habéis arrojado vosotros a los sacerdotes de Jehová, a los hijos de Aarón, y a los levitas, y os habéis designado sacerdotes a la manera de los pueblos de otras tierras, para que cualquiera venga a consagrarse con un becerro y siete carneros, y así sea sacerdote de los que no son dioses?

10 Mas en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos dejado: y los sacerdotes que ministran delante de Jehová son los hijos de Aarón, y los que están en la obra son los levitas,

11 Los cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus lámparas para que ardan cada tarde: porque nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.

12 Y he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus sacerdotes con las trompetas del júbilo para que suenen contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis.

13 Pero Jeroboam hizo tender una emboscada para venir a ellos por la espalda: y estando así delante de ellos, la emboscada estaba a espaldas de Judá.

14 Y cuando miró Judá, he aquí que tenía batalla por delante y a las espaldas; por lo que clamaron a Jehová, y los sacerdotes tocaron las trompetas.

15 Entonces los de Judá gritaron con fuerza; y así que ellos alzaron el grito, Dios desbarató a Jeroboam y a todo Israel delante de Abías y de Judá:

16 Y huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos.

17 Y Abías y su gente hacían en ellos gran matanza; y cayeron heridos de Israel quinientos mil hombres escogidos.

18 Así fueron humillados los hijos de Israel en aquel tiempo: y los hijos de Judá prevalecieron, porque se apoyaban en Jehová el Dios de sus padres.

19 Y siguió Abías a Jeroboam, y le tomó algunas ciudades, a Bet-el con sus aldeas, a Jesana con sus aldeas, y a Efrain con sus aldeas.

20 Y nunca más tuvo Jeroboam poderío en los días de Abías: y Jehová lo hirió, y murió.

21 Pero Abías se hizo más poderoso. Tomó catorce mujeres, y engendró veintidós hijos, y dieciséis hijas.

22 Lo demás hechos de Abías, sus caminos y sus dichos, están escritos en la historia de Iddo profeta.

  X


1 En el año dieciocho del rey Jeroboán fue cuando Abías empezó a reinar sobre Judá.

2 Tres años reinó en Jerusalén, y el nombre de su madre fue Micaya hija de Uriel de Guibeah. Y hubo guerra misma entre Abías y Jeroboán.

3 De modo que Abías participó en la guerra con una fuerza militar de cuatrocientos mil hombres poderosos de guerra, hombres escogidos. Y Jeroboán mismo se dispuso en orden de batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, hombres valientes, poderosos.

4 Abías ahora se levantó sobre el monte Zemaraim, que está en la región montañosa de Efraín, y dijo: “Óiganme, oh Jeroboán y todo Israel.

5 ¿No es cosa que ustedes deban saber, el que Jehová el Dios de Israel mismo dio un reino a David sobre Israel para tiempo indefinido, a él y a sus hijos, por un pacto de sal?

6 Y Jeroboán hijo de Nebat, el siervo de Salomón hijo de David, procedió a levantarse y rebelarse contra su señor.

7 Y hombres ociosos, individuos que no servían para nada, siguieron juntándose a su lado. Finalmente resultaron superiores a Rehoboam hijo de Salomón, cuando Rehoboam mismo se hallaba joven y de corazón tímido, y no contaba con suficiente fuerza para hacerles frente.

8 ”Y ahora ustedes están pensando que tienen suficiente fuerza para hacer frente al reino de Jehová en la mano de los hijos de David, cuando ustedes son una gran muchedumbre y están con ustedes los becerros de oro que Jeroboán les hizo como dioses.

9 ¿No han expulsado ustedes a los sacerdotes de Jehová, los hijos de Aarón, y a los levitas, y no siguen ustedes haciéndose sacerdotes como los pueblos de los países? En cuanto a cualquiera que venía y llenaba su mano con poder por medio de un toro joven y siete carneros, llegaba a ser sacerdote de lo que no son dioses.

10 En cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no lo hemos dejado; antes bien, hay sacerdotes ministrando a Jehová, hijos de Aarón, y también los levitas en la obra.

11 Y ellos están haciendo que las ofrendas quemadas humeen a Jehová mañana a mañana y tarde a tarde, y también incienso perfumado; y las capas de pan están sobre la mesa de [oro] puro, y hay el candelabro de oro y sus lámparas que encender tarde a tarde; porque nosotros estamos guardando la obligación para con Jehová nuestro Dios, pero ustedes mismos lo han dejado.

12 Y, ¡miren!, con nosotros está a la cabeza el Dios [verdadero] con sus sacerdotes y las trompetas de señal para hacer sonar la alarma de batalla contra ustedes. Oh hijos de Israel, no peleen contra Jehová el Dios de sus antepasados, porque no tendrán éxito”.

13 Y Jeroboán, por su parte, despachó una emboscada alrededor para que viniera desde detrás de ellos, y así resultó que ellos estuvieron enfrente de Judá, y la emboscada detrás de este.

14 Cuando los de Judá se volvieron, pues, allí tenían la batalla enfrente y detrás. Y empezaron a clamar a Jehová, mientras los sacerdotes hacían sonar fuertemente las trompetas.

15 Y los hombres de Judá prorrumpieron en un grito de guerra. Y aconteció que, cuando los hombres de Judá dieron un grito de guerra, entonces el Dios [verdadero] mismo derrotó a Jeroboán y a todo Israel delante de Abías y Judá.

16 Y los hijos de Israel se dieron a la fuga de delante de Judá, y entonces Dios los dio en mano de ellos.

17 Y Abías y su gente fueron derribándolos con una matanza extensa; y los muertos de Israel siguieron cayendo, quinientos mil hombres escogidos.

18 Así los hijos de Israel fueron humillados en aquel tiempo, pero los hijos de Judá resultaron superiores porque se apoyaron en Jehová el Dios de sus antepasados.

19 Y Abías siguió corriendo tras Jeroboán y logró tomarle ciudades: Betel y sus pueblos dependientes, y Jesaná y sus pueblos dependientes, y Efrén y sus pueblos dependientes.

20 Y Jeroboán ya no retuvo más poder en los días de Abías; antes bien, Jehová le asestó un golpe, de manera que murió.

21 Y Abías continuó fortaleciéndose. Con el tiempo se consiguió catorce esposas, y llegó a ser padre de veintidós hijos y dieciséis hijas.

22 Y el resto de los asuntos de Abías, aun sus caminos y sus palabras, están escritos en la exposición del profeta Idó.