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2 CRONICAS 7 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.

2 Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

3 Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.

4 Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová.

5 Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo.

6 Y los sacerdotes desempeñaban su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová, porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.

7 También Salomón consagró la parte central del atrio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y la grosura de las ofrendas de paz; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, las ofrendas y las grosuras.

8 Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto.

9 Al octavo día hicieron solemne asamblea, porque habían hecho la dedicación del altar en siete días, y habían celebrado la fiesta solemne por siete días.

10 Y a los veintitrés días del mes séptimo envió al pueblo a sus hogares, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que Jehová había hecho a David, y a Salomón, y a su pueblo Israel.

11 Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey: y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová y en su casa, fue prosperado.

12 Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.

13 Si yo cerrare los cielos, para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;

14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

15 Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar:

16 Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.

17 Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis decretos,

18 yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel.

19 Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis,

20 Yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos.

21 Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa?

22 Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.

  X


1 Ahora bien, tan pronto como Salomón acabó de orar, el fuego mismo bajó de los cielos y procedió a consumir la ofrenda quemada y los sacrificios, y la gloria misma de Jehová llenó la casa.

2 Y los sacerdotes no pudieron entrar en la casa de Jehová porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

3 Y todos los hijos de Israel estuvieron de espectadores cuando el fuego bajó y la gloria de Jehová estuvo sobre la casa, e inmediatamente se inclinaron rostros a tierra sobre el pavimento y se postraron y dieron gracias a Jehová, “porque él es bueno, porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”.

4 Y el rey y todo el pueblo estaban ofreciendo sacrificios delante de Jehová.

5 Y el rey Salomón siguió ofreciendo el sacrificio de veintidós mil reses vacunas y ciento veinte mil ovejas. Así el rey y todo el pueblo inauguraron la casa del Dios [verdadero].

6 Y los sacerdotes estaban de pie en sus puestos de servicio, y los levitas con los instrumentos de canto a Jehová que David el rey había hecho para dar gracias a Jehová, “porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido”, cuando David daba alabanza por mano de ellos; y los sacerdotes estaban haciendo sonar fuertemente las trompetas enfrente de ellos, mientras todos los israelitas estaban de pie.

7 Entonces Salomón santificó el medio del patio que estaba delante de la casa de Jehová, porque allí ofreció las ofrendas quemadas y los trozos grasos de los sacrificios de comunión, porque el altar de cobre que Salomón había hecho no podía contener en sí mismo la ofrenda quemada y la ofrenda de grano y los trozos grasos.

8 Y Salomón procedió a celebrar la fiesta en aquel tiempo por siete días, y todo Israel con él, una congregación muy grande, desde el punto de entrada de Hamat hasta el valle torrencial de Egipto.

9 Pero el día octavo celebraron una asamblea solemne, porque la inauguración del altar la habían celebrado por siete días, y la fiesta por siete días.

10 Y el día veintitrés del séptimo mes él envió al pueblo a sus hogares, gozosos y sintiéndose bien en el corazón por el bien que Jehová había ejecutado para con David y para con Salomón y para con Israel su pueblo.

11 Así acabó Salomón la casa de Jehová y la casa del rey; y en todo lo que había venido al corazón de Salomón hacer tocante a la casa de Jehová y su propia casa logró éxito.

12 Jehová ahora se apareció a Salomón durante la noche y le dijo: “He oído tu oración, y he escogido este lugar para mí mismo como casa de sacrificio.

13 Cuando cierre los cielos para que no ocurra lluvia, y cuando mande a los saltamontes que se coman el país, y si envío una peste entre mi pueblo,

14 y mi pueblo sobre el cual mi nombre ha sido llamado se humilla y ora y busca mi rostro y se vuelve de sus malos caminos, entonces yo mismo oiré desde los cielos y perdonaré su pecado y sanaré su tierra.

15 Ahora mis propios ojos resultarán estar abiertos y mis oídos atentos a la oración en este lugar.

16 Y ahora de veras escojo y santifico esta casa para que mi nombre resulte estar allí hasta tiempo indefinido, y mis ojos y mi corazón ciertamente resultarán estar allí siempre.

17 ”Y si tú mismo andas delante de mí, tal como anduvo David tu padre, aun haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis disposiciones reglamentarias y mis decisiones judiciales,

18 entonces yo ciertamente estableceré el trono de tu gobernación real, tal como pacté con David tu padre, al decir: ‘No será cortado hombre tuyo de gobernar sobre Israel’.

19 Pero si ustedes mismos se vuelven y realmente dejan mis estatutos y mis mandamientos que he puesto delante de ustedes, y realmente van y sirven a otros dioses y se inclinan ante ellos,

20 entonces yo ciertamente los desarraigaré de sobre mi suelo que les he dado; y esta casa que he santificado para mi nombre, la arrojaré de delante de mi rostro, y la haré un dicho proverbial y escarnio entre todos los pueblos.

21 En cuanto a esta casa que habrá llegado a ser montones de ruinas, todo el que vaya pasando junto a ella clavará la vista en ella con asombro, y de seguro dirá: ‘¿Por qué razón hizo así Jehová a esta tierra y a esta casa?’.

22 Y tendrán que decir: ‘Fue por razón de que dejaron a Jehová el Dios de sus antepasados que los había sacado de la tierra de Egipto, y procedieron a asirse de otros dioses y a inclinarse ante ellos y a servirles. Por eso él trajo sobre ellos toda esta calamidad’”.