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2 REYES 11 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando Atalía madre de Ocozías vio que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la descendencia real.

2 Pero Josaba hija del rey Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás hijo de Ocozías y lo sacó furtivamente de entre los hijos del rey a quienes estaban matando, y lo ocultó de Atalía, a él y a su ama, en la cámara de dormir, y en esta forma no lo mataron.

3 Y estuvo con ella escondido en la casa de Jehová seis años; y Atalía fue reina sobre el país.

4 Mas al séptimo año envió Joiada y tomó jefes de centenas, capitanes, y gente de la guardia, y los metió consigo en la casa de Jehová, e hizo con ellos alianza, juramentándolos en la casa de Jehová; y les mostró el hijo del rey.

5 Y les mandó diciendo: Esto es lo que habéis de hacer: la tercera parte de vosotros tendrá la guardia de la casa del rey el día de reposo.

6 Otra tercera parte estará a la puerta de Shur, y la otra tercera parte a la puerta del postigo de la guardia; así guardaréis la casa, para que no sea allanada.

7 Mas las dos partes de vosotros que salen el día de reposo tendréis la guardia de la casa de Jehová junto al rey.

8 Y estaréis alrededor del rey por todos lados, teniendo cada uno sus armas en las manos; y cualquiera que entrare en las filas, sea muerto. Y estaréis con el rey cuando salga, y cuando entre.

9 Los jefes de centenas, pues, hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó; y tomando cada uno a los suyos, esto es, los que entraban el día de reposo y los que salían el día de reposo, vinieron al sacerdote Joiada.

10 Y el sacerdote dio a los jefes de centenas las lanzas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Jehová.

11 Y los de la guardia se pusieron en fila, teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, en derredor del rey.

12 Sacando luego Joiada al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!

13 Oyendo Atalía el estruendo del pueblo que corría, entró al pueblo en el templo de Jehová.

14 Y cuando miró, he aquí que el rey estaba junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y todo el pueblo del país se regocijaba, y tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, clamó a voz en cuello: ¡Traición, traición!

15 Mas el sacerdote Joiada mandó a los jefes de centenas que gobernaban el ejército, y les dijo: Sacadla fuera del recinto del templo, y al que la siguiere, matadlo a espada. (Porque el sacerdote dijo que no la matasen en el templo de Jehová.)

16 Le abrieron, pues, paso; y en el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, allí la mataron.

17 Entonces Joiada hizo pacto entre Jehová y el rey y el pueblo, que serían pueblo de Jehová; y asimismo entre el rey y el pueblo.

18 Y todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y lo derribaron; asimismo despedazaron enteramente sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán sacerdote de Baal delante de los altares. Y el sacerdote puso guarnición sobre la casa de Jehová.

19 Después tomó a los jefes de centenas, los capitanes, la guardia y todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta de la guardia a la casa del rey; y se sentó el rey en el trono de los reyes.

20 Y todo el pueblo de la tierra se regocijó, y la ciudad estuvo en reposo, habiendo sido Atalía muerta a espada junto a la casa del rey.

21 Era Joás de siete años cuando comenzó a reinar.

  X


1 Ahora bien, en cuanto a Atalía la madre de Ocozías, ella vio que su hijo había muerto. De manera que se levantó y destruyó a toda la prole del reino.

2 Sin embargo, Jehoseba hija del rey Jehoram, la hermana de Ocozías, tomó a Jehoás hijo de Ocozías y lo hurtó de entre los hijos del rey a quienes iban a dar muerte, aun a él y su nodriza, [y lo metió] dentro del cuarto interior para los lechos, y lo mantuvieron ocultado del rostro de Atalía, y no fue muerto.

3 Y él continuó con ella en la casa de Jehová, escondido por seis años, mientras Atalía reinaba sobre el país.

4 Y al año séptimo Jehoiadá envió y entonces tomó a los jefes de centenas de la guardia de corps caria y de los corredores, y los trajo a sí a la casa de Jehová y celebró con ellos un pacto y los hizo jurar en la casa de Jehová, después de lo cual les mostró al hijo del rey.

5 Y pasó a mandarles, diciendo: “Esta es la cosa que ustedes harán: Una tercera parte de ustedes va a entrar el sábado y guardar bajo rigurosa vigilancia la casa del rey;

6 y una tercera parte estará a la Puerta del Fundamento, y una tercera parte estará a la puerta detrás de los corredores; y ustedes tienen que guardar la casa bajo rigurosa vigilancia por turnos.

7 Y entre ustedes hay dos divisiones de las que todos saldrán el sábado, y ellos tienen que guardar bajo rigurosa vigilancia la casa de Jehová en pro del rey.

8 Y ustedes tienen que rodear al rey todo en derredor, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que entre dentro de las filas será muerto. Y continúen con el rey cuando salga y cuando entre”.

9 Y los jefes de centenas procedieron a hacer conforme a todo lo que había mandado Jehoiadá el sacerdote. De manera que tomaron cada uno a sus hombres que estaban entrando el sábado, junto con los que estaban saliendo el sábado, y luego entraron a donde Jehoiadá el sacerdote.

10 El sacerdote ahora dio a los jefes de centenas las lanzas y los escudos circulares que habían pertenecido al rey David, que estaban en la casa de Jehová.

11 Y los corredores se quedaron de pie, cada uno con sus armas en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el mismo lado izquierdo de la casa, junto al altar y junto a la casa, todo en derredor cerca del rey.

12 Entonces él sacó al hijo del rey y puso sobre él la diadema y el Testimonio; y así lo hicieron rey y lo ungieron. Y se pusieron a batir las manos y a decir: “¡Viva el rey!”.

13 Cuando Atalía oyó el sonido de la gente que corría, en seguida fue a la gente en la casa de Jehová.

14 Entonces ella vio, y allí estaba el rey de pie junto a la columna conforme a la costumbre, y los jefes y las trompetas junto al rey, y toda la gente de la tierra regocijándose y tocando las trompetas. Al instante Atalía rasgó sus prendas de vestir y se puso a gritar: “¡Conspiración! ¡Conspiración!”.

15 Pero Jehoiadá el sacerdote dio orden a los jefes de centenas, los nombrados de la fuerza militar, y les dijo: “¡Sáquenla de dentro de las filas, y, en cuanto a cualquiera que vaya tras ella, que haya una ejecución de muerte a espada!”. Porque el sacerdote había dicho: “Que no se le dé muerte en la casa de Jehová”.

16 De manera que le echaron manos, y ella vino por el camino de la entrada de los caballos de la casa del rey, y allí le dieron muerte.

17 Entonces Jehoiadá celebró el pacto entre Jehová y el rey y el pueblo, de que resultaran ser el pueblo de Jehová; y también entre el rey y el pueblo.

18 Después de aquello toda la gente de la tierra vino a la casa de Baal y demolieron sus altares; y sus imágenes las quebraron completamente, y a Matán, el sacerdote de Baal, lo mataron delante de los altares. Y el sacerdote procedió a poner superintendentes sobre la casa de Jehová.

19 Además, tomó a los jefes de centenas y a la guardia de corps caria y a los corredores y a toda la gente de la tierra, para que hicieran bajar al rey de la casa de Jehová; y ellos vinieron paulatinamente por el camino de la puerta de los corredores a la casa del rey; y él empezó a sentarse sobre el trono de los reyes.

20 Y toda la gente de la tierra continuó regocijándose; y la ciudad, por su parte, no tuvo disturbio, y a Atalía misma le habían dado muerte a espada junto a la casa del rey.

21 Siete años de edad tenía Jehoás cuando empezó a reinar.