 
    “ luego revista con ese traje al hombre que el rey desea distinguir, hágalo montar en el caballo y vaya por la plaza de la ciudad anunciando delante de él: "¡Miren, señores, cómo trata el rey a la persona que desea distinguir!" "Muy bien, añadió el rey.
 .”
						
Biblia LatinoAmericana 1995 (bla95)