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CANTARES 6 Paralela rv60
y tnm

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿A dónde se apartó tu amado, Y lo buscaremos contigo?

2 Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, Para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.

3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; El apacienta entre los lirios.

4 Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; De desear, como Jerusalén; Imponente como ejércitos en orden.

5 Aparta tus ojos de delante de mí, Porque ellos me vencieron. Tu cabello es como manada de cabras Que se recuestan en las laderas de Galaad.

6 Tus dientes, como manadas de ovejas que suben del lavadero, Todas con crías gemelas, Y estéril no hay entre ellas.

7 Como cachos de granada son tus mejillas Detrás de tu velo.

8 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, Y las doncellas sin número;

9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, La escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; Las reinas y las concubinas, y la alabaron.

10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

11 Al huerto de los nogales descendí A ver los frutos del valle, Y para ver si brotaban las vides, Si florecían los granados.

12 Antes que lo supiera, mi alma me puso Entre los carros de Aminadab.

13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; Vuélvete, vuélvete, y te miraremos. ¿Qué veréis en la sulamita? Algo como la reunión de dos campamentos.

  X


1 “¿Adónde se ha ido tu amado, oh hermosísima entre las mujeres? ¿Hacia dónde se ha vuelto tu amado, para que lo busquemos contigo?”

2 “Mi propio amado ha bajado a su jardín, a los cuadros de las plantas de especias, para pastorear entre los jardines, y para recoger lirios.

3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío. Está pastoreando entre los lirios.”

4 “Eres hermosa, oh compañera mía, como Ciudad Placentera, grata a la vista como Jerusalén, imponente como compañías reunidas en torno de pendones.

5 Aparta tus ojos de enfrente de mí, porque ellos mismos me han alarmado. Tu cabellera es como hato de cabras que han bajado saltando de Galaad.

6 Tus dientes son como hato de ovejas que han subido del lavado, todas las cuales paren gemelos, sin que ninguna entre ellas haya perdido sus crías.

7 Como gajo de granada son tus sienes detrás de tu velo.

8 Puede haber sesenta reinas, y ochenta concubinas, y doncellas sin número.

9 Una sola hay que es mi paloma, mi inculpable. Una sola hay que pertenece a su madre. Es la pura de aquella que la dio a luz. Las hijas la han visto, y procedieron a pronunciarla feliz; reinas y concubinas, y procedieron a alabarla:

10 ‘¿Quién es esta mujer que está mirando hacia abajo como el alba, hermosa como la luna llena, pura como el sol relumbrante, imponente como compañías reunidas en torno de pendones?’.”

11 “Al jardín de los nogales yo había bajado, para ver los botones en el valle torrencial, para ver si había brotado la vid, si habían florecido los granados.

12 Antes que lo supiera, mi propia alma me había colocado junto a los carros de mi pueblo dispuesto.”

13 “¡Vuelve, vuelve, oh sulamita! ¡Vuelve, vuelve, para que te contemplemos!” “¿Qué contemplan ustedes en la sulamita?” “¡Algo parecido a la danza de dos campamentos!”