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ESDRAS 5 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo, ambos profetas, a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos.

2 Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusalén; y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban.

3 En aquel tiempo vino a ellos Tatnai gobernador del otro lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros, y les dijeron así: ¿Quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros?

4 Ellos también preguntaron: ¿Cuáles son los nombres de los hombres que hacen este edificio?

5 Mas los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar hasta que el asunto fuese llevado a Darío; y entonces respondieron por carta sobre esto.

6 Copia de la carta que Tatnai gobernador del otro lado del río, y Setar-boznai, y sus compañeros los gobernadores que estaban al otro lado del río, enviaron al rey Darío.

7 Le enviaron carta, y así estaba escrito en ella: Al rey Darío toda paz.

8 Sea notorio al rey, que fuimos a la provincia de Judea, a la casa del gran Dios, la cual se edifica con piedras grandes; y ya los maderos están puestos en las paredes, y la obra se hace de prisa, y prospera en sus manos.

9 Entonces preguntamos a los ancianos, diciéndoles así: ¿Quién os dio orden para edificar esta casa y para levantar estos muros?

10 Y también les preguntamos sus nombres para hacértelo saber, para escribirte los nombres de los hombres que estaban a la cabeza de ellos.

11 Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y reedificamos la casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y terminó el gran rey de Israel.

12 Mas después que nuestros padres provocaron a ira al Dios de los cielos, él los entregó en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta casa y llevó cautivo al pueblo a Babilonia.

13 Pero en el año primero de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio orden para que esta casa de Dios fuese reedificada.

14 También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y los había llevado al templo de Babilonia, el rey Ciro los sacó del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, a quien había puesto por gobernador;

15 y le dijo: Toma estos utensilios, ve, y llévalos al templo que está en Jerusalén; y sea reedificada la casa de Dios en su lugar.

16 Entonces este Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios, la cual está en Jerusalén, y desde entonces hasta ahora se edifica, y aún no está concluida.

17 Y ahora, si al rey parece bien, búsquese en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que por el rey Ciro había sido dada la orden para reedificar esta casa de Dios en Jerusalén, y se nos envíe a decir la voluntad del rey sobre esto.

  X


1 Y Ageo el profeta y Zacarías el nieto de Idó el profeta profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel [que estaba] sobre ellos.

2 Fue entonces cuando Zorobabel hijo de Sealtiel y Jesúa hijo de Jehozadaq se levantaron y comenzaron a reedificar la casa de Dios, la cual estaba en Jerusalén; y con ellos estaban los profetas de Dios, dándoles ayuda.

3 En aquel tiempo Tatenai el gobernador de más allá del Río, y Setar-bozenai y sus colegas, vinieron a ellos, y estuvieron diciéndoles esto: “¿Quién les emitió una orden a ustedes para edificar esta casa y para terminar esta estructura de vigas?”.

4 Entonces les dijeron esto: “¿Cuáles son los nombres de los hombres físicamente capacitados que están edificando este edificio?”.

5 Y el ojo de su Dios resultó estar sobre los ancianos de los judíos, y no los hicieron cesar hasta que el informe pudiera ir a Darío y entonces se devolviera un documento oficial respecto a esto.

6 [Aquí] está una copia de la carta que Tatenai el gobernador de más allá del Río, y Setar-bozenai y sus colegas, los gobernadores menores que estaban más allá del Río, enviaron a Darío el rey;

7 le enviaron la palabra, y el escrito en ello iba de este modo: “A Darío el rey: ”¡Toda paz!

8 Sepa el rey que fuimos al distrito jurisdiccional de Judá, a la casa del gran Dios, y esta está siendo edificada con piedras rodadas [a su lugar], y se están colocando maderas en las paredes; y ese trabajo se está haciendo con intensidad y está logrando progreso en las manos de ellos.

9 Entonces preguntamos a estos ancianos. Esto es lo que les dijimos: ‘¿Quién les emitió una orden a ustedes para edificar esta casa y para terminar esta estructura de vigas?’.

10 Y también les preguntamos sus nombres, a fin de hacértelo saber, para que pudiéramos escribir los nombres de los hombres físicamente capacitados que están a la cabeza de ellos.

11 ”Y esta es la palabra que nos devolvieron, diciendo: ‘Nosotros somos los siervos del Dios de los cielos y de la tierra, y estamos reedificando la casa que había sido edificada muchos años antes de esto, la cual un gran rey de Israel edificó y terminó.

12 Sin embargo, porque nuestros padres irritaron al Dios de los cielos, él los dio en mano de Nabucodonosor el rey de Babilonia, el caldeo, y él arrasó esta casa y llevó a la gente al destierro en Babilonia.

13 No obstante, en el primer año de Ciro el rey de Babilonia, Ciro el rey emitió una orden de que se reedificara esta casa de Dios.

14 Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios que Nabucodonosor había sacado del templo —que estaba en Jerusalén— y llevado al templo de Babilonia, estos Ciro el rey los sacó del templo de Babilonia, y fueron dados a Sesbazar, el nombre de aquel a quien él hizo gobernador.

15 Y le dijo: “Toma estos vasos. Ve, deposítalos en el templo que está en Jerusalén, y que la casa de Dios sea reedificada sobre su lugar”.

16 Cuando ese Sesbazar vino, él colocó los fundamentos de la casa de Dios, la cual está en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora está siendo reedificada, pero no ha quedado completa’.

17 ”Y ahora, si al rey le parece bien, que haya una investigación en la casa de los tesoros del rey que está allí en Babilonia, si es así que de Ciro el rey se emitió una orden de reedificar esa casa de Dios en Jerusalén; y la decisión del rey respecto a esto, envíenosla él”.