Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

EXODO 1 Paralela rv60
y tnm

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia:

2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,

3 Isacar, Zabulón, Benjamín,

4 Dan, Neftalí, Gad y Aser.

5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto.

6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.

7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.

8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo:

9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.

10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.

11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés.

12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel.

13 Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza,

14 y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.

15 Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo:

16 Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.

17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.

18 Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?

19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.

20 Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera.

21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias.

22 Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.

  X


1 Ahora bien, estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada hombre y su casa vinieron:

2 Rubén, Simeón, Leví y Judá,

3 Isacar, Zabulón y Benjamín,

4 Dan y Neftalí, Gad y Aser.

5 Y todas las almas que procedieron de la parte superior del muslo de Jacob llegaron a ser setenta almas, pero José estaba ya en Egipto.

6 Con el tiempo murió José, y también todos sus hermanos y toda aquella generación.

7 Y los hijos de Israel se hicieron fructíferos y empezaron a pulular; y siguieron multiplicándose y haciéndose más poderosos a muy extraordinaria proporción, de modo que el país llegó a estar lleno de ellos.

8 Con el tiempo se levantó sobre Egipto un rey nuevo que no conocía a José.

9 Y procedió a decir a su pueblo: “¡Miren! El pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y poderoso que nosotros.

10 ¡Vamos! Tratemos astutamente con ellos, por temor de que se multipliquen, y tenga que resultar que, en caso de que nos sobrevenga una guerra, entonces ellos ciertamente también se agreguen a los que nos odian y peleen contra nosotros y suban y se vayan del país”.

11 De modo que pusieron sobre ellos jefes de trabajos forzados con el propósito de oprimirlos mientras llevaban sus cargas; y ellos estuvieron edificando ciudades como lugares de depósito para Faraón, a saber, a Pitom y Raamsés.

12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y tanto más seguían extendiéndose, de modo que [los egipcios] sintieron un pavor morboso como resultado de los hijos de Israel.

13 Por consiguiente, los egipcios hicieron trabajar a los hijos de Israel como esclavos bajo tiranía.

14 Y siguieron amargándoles la vida con dura esclavitud en [trabajos de] argamasa de barro y ladrillos y con toda forma de esclavitud en el campo, sí, toda forma de esclavitud suya en la cual los usaban como esclavos bajo tiranía.

15 Más tarde el rey de Egipto dijo a las parteras hebreas —el nombre de una de las cuales era Sifrá y el nombre de la otra Puá—,

16 sí, llegó al extremo de decir: “Cuando ayuden a las hebreas a dar a luz y de veras las vean en el asiento para partos, si es hijo, entonces tienen que darle muerte; pero si es hija, entonces tiene que vivir”.

17 Sin embargo, las parteras temían al Dios [verdadero], y no hacían como les había hablado el rey de Egipto, sino que conservaban vivos a los varoncitos.

18 Con el tiempo el rey de Egipto llamó a las parteras y les dijo: “¿Por qué han hecho esta cosa, de haber conservado vivos a los niños varones?”.

19 A su vez las parteras dijeron a Faraón: “Porque las hebreas no son como las mujeres egipcias. Por cuanto son vigorosas, ya han dado a luz antes que la partera pueda entrar a donde ellas”.

20 Por eso Dios trató bien a las parteras; y el pueblo siguió haciéndose más numeroso y llegando a ser muy poderoso.

21 Y aconteció que, porque las parteras habían temido al Dios [verdadero], más tarde él les concedió familias.

22 Por fin Faraón dio orden a todo su pueblo, diciendo: “Todo hijo recién nacido lo han de arrojar al río Nilo, pero a toda hija la han de conservar viva”.