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La Palabra de Dios preservada y viva

GENESIS 45 Paralela rv60
y tnm

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos.

2 Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón.

3 Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él.

4 Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto.

5 Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.

6 Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega.

7 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación.

8 Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.

9 Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas.

10 Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.

11 Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.

12 He aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla.

13 Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed a mi padre acá.

14 Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello.

15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.

16 Y se oyó la noticia en la casa de Faráon, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y esto agradó en los ojos de Faraón y de sus siervos.

17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, e id, volved a la tierra de Canaán;

18 y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia de la tierra.

19 Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres, y traed a vuestro padre, y venid.

20 Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra.

21 Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y les suministró víveres para el camino.

22 A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.

23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el camino.

24 Y despidió a sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino.

25 Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre.

26 Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no los creía.

27 Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió.

28 Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera.

  X


1 Ante esto, José no pudo contenerse más delante de todos los que estaban apostados junto a él. De modo que gritó: “¡Hagan salir a todos de delante de mí!”. Y no permaneció con él ningún otro mientras José se dio a conocer a sus hermanos.

2 Y empezó a alzar la voz llorando, de modo que los egipcios llegaron a oírlo y la casa de Faraón llegó a oírlo.

3 Al fin dijo José a sus hermanos: “Yo soy José. ¿Todavía está vivo mi padre?”. Pero sus hermanos no pudieron contestarle en absoluto, porque quedaron perturbados a causa de él.

4 De modo que José dijo a sus hermanos: “Acérquense a mí, por favor”. Con eso, se le acercaron. Entonces dijo: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron en [manos de] Egipto.

5 Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes.

6 Pues este es el segundo año del hambre en medio de la tierra, y todavía hay cinco años en que no habrá tiempo en que se are, ni habrá siega.

7 Por consiguiente, Dios me envió delante de ustedes a fin de colocarles un resto en la tierra y para mantenerlos vivos mediante un gran escape.

8 Así pues, no fueron ustedes los que me enviaron acá, sino el Dios [verdadero], para nombrarme padre de Faraón y señor de toda su casa y como uno que domina sobre toda la tierra de Egipto.

9 ”Suban apresuradamente a mi padre, y tienen que decirle: ‘Esto es lo que ha dicho tu hijo José: “Dios me ha nombrado señor de todo Egipto. Baja a mí. No vayas a tardar.

10 Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y tendrás que continuar cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos y tus rebaños y tus vacadas y todo cuanto tienes.

11 Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí, porque todavía hay cinco años de hambre; por temor de que queden reducidos a pobreza tú y tu casa y todo cuanto tienes”’.

12 Y aquí los ojos de ustedes y los ojos de mi hermano Benjamín están viendo que es mi boca la que les habla.

13 De modo que tienen que informar a mi padre acerca de toda mi gloria en Egipto y de todo lo que han visto; y tienen que darse prisa y hacer que mi padre baje acá”.

14 Entonces cayó sobre el cuello de Benjamín su hermano y cedió al llanto, y Benjamín lloró sobre su cuello.

15 Y él se puso a besar a todos sus hermanos y a llorar sobre ellos, y después sus hermanos hablaron con él.

16 Y en casa de Faraón se oyó la noticia, que decía: “¡Han venido los hermanos de José!”. Y aquello resultó bueno a los ojos de Faraón y de sus siervos.

17 Por lo tanto Faraón dijo a José: “Di a tus hermanos: ‘Hagan esto: Carguen sus bestias de carga y vayan y entren en la tierra de Canaán,

18 y tomen a su padre y sus casas y vengan acá a mí, para que les dé lo bueno de la tierra de Egipto; y coman la parte más rica de la tierra.

19 Y a ti mismo se te manda: “Hagan esto: Tomen para ustedes carruajes de la tierra de Egipto para sus pequeñuelos y para sus esposas, y tienen que alzar a su padre sobre uno y venir acá.

20 Y no vaya a sentirse apenado su ojo a causa de su equipo, porque lo bueno de toda la tierra de Egipto es de ustedes”’”.

21 Luego lo hicieron así los hijos de Israel, y José les dio carruajes conforme a las órdenes de Faraón, y les dio provisiones para el camino.

22 A cada uno de ellos dio mudas individuales de mantos, pero a Benjamín dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de mantos.

23 Y a su padre envió lo siguiente: diez asnos que llevaban buenas cosas de Egipto y diez asnas que llevaban grano y pan y sustento para su padre para el camino.

24 De este modo envió a sus hermanos, y ellos procedieron a irse. Sin embargo, él les dijo: “No se exasperen unos con otros en el camino”.

25 Y ellos emprendieron su subida de Egipto y finalmente llegaron a la tierra de Canaán, a Jacob su padre.

26 Entonces le informaron, diciendo: “¡Todavía está vivo José, y él es quien domina sobre toda la tierra de Egipto!”. Pero el corazón de él se aturdió, porque no les creía.

27 Cuando siguieron hablándole todas las palabras de José que él les había hablado y él llegó a ver los carruajes que José había enviado para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre empezó a revivir.

28 Entonces exclamó Israel: “¡Basta! ¡Todavía está vivo José mi hijo! ¡Ah, permítaseme ir y verlo antes de morir!”.