Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

GENESIS 48 Paralela rv60
y tnm

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.

2 Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,

3 y dijo a José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo,

4 y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.

5 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.

6 Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.

7 Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.

8 Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?

9 Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.

10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.

11 Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia.

12 Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra.

13 Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.

14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.

15 Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día,

16 el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.

17 Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.

18 Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.

19 Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.

20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes de Manasés.

21 Y dijo Israel a José: He aquí yo muero; pero Dios estará con vosotros, y os hará volver a la tierra de vuestros padres.

22 Y yo te he dado a ti una parte más que a tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.

  X


1 Y después de estas cosas aconteció que le fue dicho a José: “Mira, tu padre está debilitándose”. Por lo cual él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.

2 Entonces le fue informado a Jacob y dicho: “Mira que tu hijo José ha venido a ti”. De modo que Israel hizo un gran esfuerzo y se incorporó en su lecho.

3 Y Jacob se puso a decir a José: “Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, para bendecirme.

4 Y pasó a decirme: ‘Mira que estoy haciéndote fructífero, y ciertamente haré que seas muchos y de veras te transformaré en congregación de pueblos y ciertamente daré esta tierra a tu descendencia después de ti para posesión hasta tiempo indefinido’.

5 Y ahora tus dos hijos, que te nacieron en la tierra de Egipto antes que yo viniera acá a ti en Egipto, son míos. Efraín y Manasés llegarán a ser míos como Rubén y Simeón.

6 Pero tu descendencia de la cual llegarás a ser padre después de ellos llegará a ser tuya. Junto con el nombre de sus hermanos serán llamados en su herencia.

7 Y en cuanto a mí, cuando yo venía de Padán, Raquel murió al lado mío en la tierra de Canaán, en el camino, mientras todavía quedaba un buen trecho de tierra antes de llegar a Efrat, de modo que la enterré allí en el camino a Efrat, es decir, Belén”.

8 Entonces Israel vio a los hijos de José y dijo: “¿Quiénes son estos?”.

9 De modo que José dijo a su padre: “Son mis hijos que Dios me ha dado en este lugar”. A lo cual dijo él: “Tráemelos, por favor, para que los bendiga”.

10 Ahora bien, los ojos de Israel estaban ofuscados debido a la vejez. No podía ver. Por consiguiente, él se los acercó, y entonces él los besó y los abrazó.

11 E Israel pasó a decir a José: “No tenía idea de que vería tu rostro, pero mira que Dios me ha dejado ver también a tu prole”.

12 Después José los hizo salir de entre las rodillas de aquel, y se inclinó, rostro a tierra.

13 José ahora tomó a los dos, a Efraín con su mano derecha a la izquierda de Israel, y a Manasés con su mano izquierda a la derecha de Israel, y se los acercó a él.

14 Sin embargo, Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés. De propósito puso sus manos así, pues Manasés era el primogénito.

15 Y procedió a bendecir a José y decir: “El Dios [verdadero] delante de quien anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios [verdadero] que ha estado pastoreándome durante toda mi existencia hasta el día de hoy,

16 el ángel que ha estado recobrándome de toda calamidad, bendiga a los muchachos. Y sea llamado sobre ellos mi nombre y el nombre de mis padres, Abrahán e Isaac, y aumenten hasta una multitud en medio de la tierra”.

17 Al ver José que su padre mantenía su mano derecha puesta sobre la cabeza de Efraín, le fue desagradable, y trató de asir la mano de su padre para apartarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.

18 Por lo tanto José dijo a su padre: “Así no, padre mío, porque este es el primogénito. Pon tu mano derecha sobre su cabeza”.

19 Pero su padre siguió rehusando y dijo: “Lo sé, hijo mío, lo sé. Él también llegará a ser pueblo y él también llegará a ser grande. Pero, de todos modos, su hermano menor llegará a ser más grande que él, y su prole llegará a ser el pleno equivalente de naciones”.

20 Y continuó bendiciéndolos en aquel día, diciendo: “Por medio de ti pronuncie Israel bendición repetidas veces, diciendo: ‘Constitúyate Dios como a Efraín y como a Manasés’”. Así siguió él poniendo a Efraín antes de Manasés.

21 Después de eso Israel dijo a José: “Mira, estoy para morir, pero Dios ciertamente continuará con ustedes y los volverá a la tierra de sus antepasados.

22 En cuanto a mí, de veras te doy yo una porción saliente [de tierra] más que a tus hermanos, la cual tomé de la mano de los amorreos mediante mi espada y mediante mi arco”.