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ISAIAS 22 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Profecía sobre el valle de la visión. ¿Qué tienes ahora, que con todos los tuyos has subido sobre los terrados?

2 Tú, llena de alborotos, ciudad turbulenta, ciudad alegre; tus muertos no son muertos a espada, ni muertos en guerra.

3 Todos tus príncipes juntos huyeron del arco, fueron atados; todos los que en ti se hallaron, fueron atados juntamente, aunque habían huido lejos.

4 Por esto dije: Dejadme, lloraré amargamente; no os afanéis por consolarme de la destrucción de la hija de mi pueblo.

5 Porque día es de alboroto, de angustia y de confusión, de parte del Señor, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión, para derribar el muro, y clamar al monte.

6 Y Elam tomó aljaba, con carros y con jinetes, y Kir sacó el escudo.

7 Tus hermosos valles fueron llenos de carros, y los de a caballo acamparon a la puerta.

8 Y desnudó la cubierta de Judá; y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque.

9 Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo.

10 Y contasteis las casas de Jerusalén, y derribasteis casas para fortificar el muro.

11 Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró.

12 Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas, a raparse el cabello y a vestir cilicio;

13 y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.

14 Esto fue revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Que este pecado no os será perdonado hasta que muráis, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

15 Jehová de los ejércitos dice así: Ve, entra a este tesorero, a Sebna el mayordomo, y dile:

16 ¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura, o el que esculpe para sí morada en una peña?

17 He aquí que Jehová te transportará en duro cautiverio, y de cierto te cubrirá el rostro.

18 Te echará a rodar con ímpetu, como a bola por tierra extensa; allá morirás, y allá estarán los carros de tu gloria, oh vergüenza de la casa de tu señor.

19 Y te arrojaré de tu lugar, y de tu puesto te empujaré.

20 En aquel día llamaré a mi siervo Eliaquim hijo de Hilcías,

21 y lo vestiré de tus vestiduras, y lo ceñiré de tu talabarte, y entregaré en sus manos tu potestad; y será padre al morador de Jerusalén, y a la casa de Judá.

22 Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá.

23 Y lo hincaré como clavo en lugar firme; y será por asiento de honra a la casa de su padre.

24 Colgarán de él toda la honra de la casa de su padre, los hijos y los nietos, todos los vasos menores, desde las tazas hasta toda clase de jarros.

25 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado; será quebrado y caerá, y la carga que sobre él se puso se echará a perder; porque Jehová habló.

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1 La declaración formal del valle de la visión: ¿Qué te pasa, entonces, que has subido toda a los techos?

2 Llena estabas de ruidosa agitación, una ciudad bulliciosa, un pueblo alborozado. Los tuyos que han sido muertos no son los que fueron muertos a espada, ni los que murieron en batalla.

3 Todos tus dictadores mismos han huido a la vez. Sin [necesitarse] un arco los han tomado prisioneros. A todos los que de ti han hallado, los han tomado prisioneros juntos. Habían huido lejos.

4 Por eso he dicho: “Aparten de mí su mirada fija. Ciertamente mostraré amargura al llorar. No insistan en consolarme por el despojo violento de la hija de mi pueblo.

5 Porque es el día de confusión y de pisotear y de confundir que tiene el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión. Hay el demoledor del muro, y el clamor a la montaña.

6 Y Elam mismo ha tomado la aljaba, en el carro de guerra del hombre terrestre, [con] corceles; y Quir mismo ha descubierto el escudo.

7 Y sucederá que las más selectas de tus llanuras bajas tendrán que llenarse de carros de guerra, y sin falta los mismísimos corceles tendrán que colocarse en posición junto a la puerta,

8 y uno quitará la pantalla de Judá. Y mirarás en aquel día hacia el arsenal de la casa del bosque,

9 y ustedes ciertamente verán las mismísimas brechas de la Ciudad de David, porque realmente serán muchas. Y ustedes juntarán las aguas del estanque inferior.

10 Y realmente contarán las casas de Jerusalén. También demolerán las casas para hacer inasequible el muro.

11 Y habrá un depósito colector que tendrán que hacer entre los dos muros para las aguas del estanque viejo. Y ciertamente no mirarán al gran hacedor de él, y ciertamente no verán al que hace mucho lo formó.

12 ”Y el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, dará llamada en aquel día a llanto y a duelo y a calvicie y a ceñimiento de saco.

13 Pero, ¡miren!, alborozo y regocijo, la matanza de reses vacunas y la degollación de ovejas, el comer carne y el beber vino: ‘Que se coma y se beba, porque mañana moriremos’”.

14 Y en mis oídos Jehová de los ejércitos se ha revelado: “‘Este error no será expiado a favor de ustedes sino hasta que mueran’, ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos”.

15 Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos: “Anda, entra a este mayordomo, a Sebná, que está sobre la casa:

16 ‘¿Qué hay que te sea de interés aquí, y quién hay que te sea de interés aquí, para que te hayas labrado aquí una sepultura?’. En una altura él labra su sepultura; en un peñasco corta una residencia para sí.

17 ‘¡Mira! Jehová está arrojándote abajo con arrojamiento violento, oh hombre físicamente capacitado, y está asiéndote a la fuerza.

18 Sin falta te envolverá apretadamente, como una pelota para una tierra ancha. Allí morirás, y allí los carros de tu gloria serán la deshonra de la casa de tu amo.

19 Y yo ciertamente te empujaré de tu posición; y de tu puesto oficial uno te derrocará.

20 ”’Y en aquel día tiene que ocurrir que yo ciertamente llamaré a mi siervo, a saber, a Eliaquim el hijo de Hilquías.

21 Y ciertamente lo vestiré con tu traje talar, y tu banda se la ceñiré firmemente en derredor, y daré tu dominio en su mano; y él tiene que llegar a ser un padre para el habitante de Jerusalén y para la casa de Judá.

22 Y yo ciertamente pondré la llave de la casa de David sobre su hombro, y él tendrá que abrir sin que nadie cierre, y tendrá que cerrar sin que nadie abra.

23 Y ciertamente lo clavaré como una clavija en un lugar duradero, y tendrá que llegar a ser como trono de gloria a la casa de su padre.

24 Y tendrán que colgar de él toda la gloria de la casa de su padre, los descendientes y los retoños, todas las vasijas de las pequeñas, las vasijas de forma de tazón así como todas las vasijas de los jarros grandes.

25 ”’En aquel día —es la expresión de Jehová de los ejércitos— la clavija que está clavada en un lugar duradero será quitada, y tendrá que ser hacheada y tendrá que caer, y la carga que está sobre ella tendrá que ser cortada, porque Jehová mismo [lo] ha hablado’”.