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ISAIAS 3 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua;

2 el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano;

3 el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador.

4 Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores.

5 Y el pueblo se hará violencia unos a otros, cada cual contra su vecino; el joven se levantará contra el anciano, y el villano contra el noble.

6 Cuando alguno tomare de la mano a su hermano, de la familia de su padre, y le dijere: Tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe, y toma en tus manos esta ruina;

7 él jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir; no me hagáis príncipe del pueblo.

8 Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová para irritar los ojos de su majestad.

9 La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.

10 Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.

11 ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.

12 Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.

13 Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar a los pueblos.

14 Jehová vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.

15 ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres? dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

16 Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies;

17 por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas.

18 Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas,

19 los collares, los pendientes y los brazaletes,

20 las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos,

21 los anillos, y los joyeles de las narices,

22 las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas,

23 los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados.

24 Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura.

25 Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra.

26 Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se sentará en tierra.

  X


1 Porque, ¡miren!, el Señor [verdadero], Jehová de los ejércitos, quita de Jerusalén y de Judá apoyo y sostén, todo el apoyo de pan y todo el apoyo de agua,

2 hombre poderoso y guerrero, juez y profeta, y practicante de adivinación y hombre de edad madura,

3 jefe de cincuenta y hombre altamente respetado y consejero y perito en artes mágicas, y el encantador diestro.

4 Y ciertamente haré de muchachos sus príncipes, y simple poder arbitrario gobernará sobre ellos.

5 Y la gente realmente se tiranizará uno a otro, aun cada cual a su semejante. Se precipitarán, el muchacho contra el viejo, y el estimado en poco contra el que ha de recibir honra.

6 Porque cada uno echará mano a su hermano en la casa de su padre [y dirá]: “Tienes un manto. Debes llegar a ser dictador para nosotros, y esta masa derribada debe estar bajo tu mano”.

7 Él levantará [la voz] en aquel día, y dirá: “No llegaré a ser uno que vende heridas; y en mi casa no hay ni pan ni manto. Ustedes no deben ponerme como dictador sobre el pueblo”.

8 Pues Jerusalén ha tropezado, y Judá mismo ha caído, porque su lengua y sus tratos están contra Jehová, puesto que se portan rebeldemente a los ojos de su gloria.

9 La mismísima expresión de sus rostros realmente testifica contra ellos, y de su pecado semejante al de Sodoma de veras informan. No [lo] han escondido. ¡Ay de su alma! Porque se han repartido calamidad a sí mismos.

10 Digan que le [irá] bien al justo, pues ellos comerán el mismísimo fruto de sus tratos.

11 ¡Ay del inicuo!... Calamidad; ¡pues el tratamiento [que] con sus propias manos [dispensó] le será dispensado a él!

12 En cuanto a mi pueblo, los que le asignan sus tareas están tratándolo severamente, y simples mujeres realmente gobiernan sobre él. Oh pueblo mío, los que te van guiando [te] están haciendo andar errante, y han confundido el camino de tus sendas.

13 Jehová se aposta para contender y se pone de pie para pronunciar sentencia a los pueblos.

14 Jehová mismo entrará en juicio con los de edad madura de su pueblo y con sus príncipes. “Y ustedes mismos han quemado por completo la viña. Lo que fue tomado por robo de los afligidos está en las casas de ustedes.

15 ¿Qué quieren decir con esto de aplastar a mi pueblo, y moler los rostros mismos de los afligidos?”, es la expresión del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos.

16 Y Jehová dice: “Por la razón de que las hijas de Sión se han hecho altivas y andan con la garganta estirada y dando miradas provocativas con los ojos, van andando con pasos menudos y ágiles, y con los pies hacen un sonido de retintín,

17 Jehová también realmente hará costrosa la coronilla de la cabeza de las hijas de Sión, y Jehová mismo les dejará descubierta la mismísima frente.

18 En aquel día Jehová quitará la hermosura de las ajorcas y las cintas para la cabeza y los adornos de forma de luna,

19 los pendientes y los brazaletes y los velos,

20 las prendas de adorno para la cabeza y las cadenillas de los pasos y las fajas para los pechos y las ‘casas del alma’ y las conchas zumbadoras ornamentales,

21 los anillos para los dedos y los anillos para la nariz,

22 los vestidos de ceremonia y las sobretúnicas y las capas y las bolsas,

23 y los espejos de mano y las prendas de vestir interiores y los turbantes y los velos grandes.

24 ”Y tiene que suceder que en vez de aceite balsámico llegará a haber meramente un olor mohoso; y en vez de un cinto, una soga; y en vez de un arreglo artístico del cabello, calvicie; y en vez de una prenda de vestir lujosa, un ceñirse de saco; una marca con hierro candente en vez de belleza.

25 A espada caerán tus propios hombres, y por guerra tu poderío.

26 Y las entradas de ella tendrán que estar de duelo y expresar tristeza, y ella ciertamente quedará sin ocupante. Se sentará en la mismísima tierra”.