< Anterior |
Siguiente > |
1 Escuchadme, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio.
2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata?
3 Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado.
4 ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros.
5 Las costas vieron, y tuvieron temor; los confines de la tierra se espantaron; se congregaron, y vinieron.
6 Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.
7 El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese.
8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.
9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra.
13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor.
15 He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo.
16 Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.
17 Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.
18 En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.
19 Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente,
20 para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó.
21 Alegad por vuestra causa, dice Jehová; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob.
22 Traigan, anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir.
23 Dadnos nuevas de lo que ha de ser después, para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué contar, y juntamente nos maravillemos.
24 He aquí que vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió.
25 Del norte levanté a uno, y vendrá; del nacimiento del sol invocará mi nombre; y pisoteará príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero.
26 ¿Quién lo anunció desde el principio, para que sepamos; o de tiempo atrás, y diremos: Es justo? Cierto, no hay quien anuncie; sí, no hay quien enseñe; ciertamente no hay quien oiga vuestras palabras.
27 Yo soy el primero que he enseñado estas cosas a Sion, y a Jerusalén daré un mensajero de alegres nuevas.
28 Miré, y no había ninguno; y pregunté de estas cosas, y ningún consejero hubo; les pregunté, y no respondieron palabra.
29 He aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes fundidas.
1 “Atiendan a mí en silencio, oh islas; y recobren el poder los grupos nacionales mismos. Que se aproximen. Que hablen en aquel tiempo. Acerquémonos juntos para el juicio mismo.
2 ”¿Quién ha suscitado [a alguien] desde el naciente? ¿[Quién] procedió en justicia a llamarlo a Sus pies, para dar delante de él las naciones, y para hacer que [él] vaya sojuzgando hasta a reyes? ¿[Quién] siguió dándo[los] como polvo a su espada, de manera que han sido impelidos de acá para allá como simple rastrojo con su arco?
3 ¿[Quién] siguió yendo tras ellos, siguió pasando adelante pacíficamente a pie por la senda [por la cual] no procedió a venir?
4 ¿Quién ha estado activo y ha hecho [esto], y ha llamado a las generaciones desde el comienzo? ”Yo, Jehová, el Primero; y con los últimos soy lo mismo.”
5 Las islas vieron y empezaron a temer. Las mismísimas extremidades de la tierra empezaron a temblar. Se acercaron y siguieron viniendo.
6 Se pusieron a ayudar cada cual a su compañero, y uno decía a su hermano: “Sé fuerte”.
7 De manera que el artífice se puso a fortalecer al metalario; el que alisa con el martillo de fragua al que martilla en el yunque, diciendo respecto a la soldadura: “Está bien”. Por fin, uno lo aseguró con clavos para que no se le pudiera hacer tambalear.
8 “Pero tú, oh Israel, eres mi siervo, tú, oh Jacob, a quien he escogido, la descendencia de Abrahán, mi amigo;
9 tú, a quien he asido desde las extremidades de la tierra, y tú, a quien he llamado hasta de las partes remotas de ella. Y por eso te dije: ‘Tú eres mi siervo; te he escogido, y no te he rechazado.
10 No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’.
11 ”¡Mira! Todos los que se acaloran contra ti se avergonzarán y serán humillados. Los hombres que tienen una riña contigo llegarán a ser como nada, y perecerán.
12 Los buscarás, pero no los hallarás, a aquellos hombres que están en una lucha contigo. Llegarán a ser como algo inexistente y como nada, aquellos hombres que están en guerra contra ti.
13 Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: ‘No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré’.
14 ”No tengas miedo, gusano Jacob, ustedes los hombres de Israel. Yo mismo ciertamente te ayudaré —es la expresión de Jehová, aun tu Recomprador, el Santo de Israel—.
15 ¡Mira! He hecho de ti un trillo, un nuevo instrumento trillador que tiene [dientes] de dos filos. Pisotearás las montañas y [las] triturarás; y reducirás las colinas como a tamo.
16 Las aventarás, y un viento mismo se las llevará, y un viento de tempestad mismo las impelerá en diferentes direcciones. Y tú mismo estarás gozoso en Jehová. En el Santo de Israel te jactarás acerca de ti mismo.”
17 “Los afligidos y los pobres andan buscando agua, pero no la hay. A causa de la sed su lengua misma se ha secado. Yo mismo, Jehová, les responderé. Yo, el Dios de Israel, no los dejaré.
18 Sobre colinas peladas abriré ríos; y en medio de las llanuras-valles, manantiales. Convertiré el desierto en estanque de agua lleno de cañas; y la tierra árida, en fuentes de agua.
19 En el desierto pondré el cedro, la acacia y el mirto y el árbol oleífero. En la llanura desértica colocaré el enebro, el fresno y el ciprés al mismo tiempo;
20 a fin de que la gente vea y sepa y preste atención y tenga perspicacia al mismo tiempo, que la mismísima mano de Jehová ha hecho esto, y el Santo de Israel lo ha creado él mismo.”
21 “Presenten ustedes su causa polémica —dice Jehová—. Produzcan sus argumentos —dice el Rey de Jacob—.
22 Produzcan e infórmennos las cosas que van a suceder. Las primeras cosas —lo que fueron— de veras informen, para que apliquemos nuestro corazón y sepamos el futuro de ellas. O hágannos oír hasta las cosas que vienen.
23 Informen acerca de las cosas que han de venir después, para que sepamos que ustedes son dioses. Sí, ustedes deben hacer lo bueno o hacer lo malo, para que miremos por todos lados y [lo] veamos al mismo tiempo.
24 ¡Miren! Ustedes son algo inexistente, y su logro nada es. Cosa detestable es cualquiera que los escoge a ustedes.
25 ”He suscitado [a alguien] desde el norte, y vendrá. Desde el nacimiento del sol invocará mi nombre. Y vendrá sobre los gobernantes diputados como [si fueran] barro y tal como un alfarero que huella el material húmedo.
26 ”¿Quién ha informado cosa alguna desde el comienzo, para que sepamos, o desde tiempos pasados, para que digamos: ‘Tiene razón’? Realmente no hay nadie que informe. Realmente no hay nadie que haga [a uno] oír. Realmente no hay nadie que oiga dicho alguno de ustedes.”
27 Hay un primero, [que dice] a Sión: “¡Mira! ¡Aquí están!”, y a Jerusalén daré un portador de buenas nuevas.
28 Y seguí viendo, y no hubo ningún hombre; y de entre estos no hubo nadie tampoco que diera consejo. Y seguí preguntándoles, para que dieran una respuesta.
29 ¡Mira! Todos ellos son algo inexistente. Sus obras nada son. Sus imágenes fundidas son viento e irrealidad.