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ISAIAS 57 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos mueren, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.

2 Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.

3 Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicera, generación del adúltero y de la fornicaria.

4 ¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, generación mentirosa,

5 que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?

6 En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas cosas?

7 Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio.

8 Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que la veías.

9 Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta la profundidad del Seol.

10 En la multitud de tus caminos te cansaste, pero no dijiste: No hay remedio; hallaste nuevo vigor en tu mano, por tanto, no te desalentaste.

11 ¿Y de quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he guardado silencio desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?

12 Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán.

13 Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.

14 Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo.

15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado.

17 Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón.

18 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;

19 produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.

20 Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.

21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.

  X


1 El justo perece, y a nadie le importa; mueren tus siervos fieles, y nadie comprende

2 Los que van por el camino recto mueren en paz; hallan reposo en su lecho de muerte.

3 «Ustedes, hijos de hechicera, descendientes de adúltero con prostituta,

4 ¿De quién quieren burlarse? ¿A quién le hacen muecas despectivas

5 Entre los robles, y debajo de todo árbol frondoso, dan rienda suelta a su lujuria;

6 Las piedras lisas de los arroyos serán tu herencia;

7 Sobre un monte alto y encumbrado, pusiste tu lecho,

8 Detrás de tu puerta y de sus postes has puesto tus símbolos paganos.

9 Acudiste a Moloc y le llevaste aceite de oliva, y multiplicaste tus perfumes.

10 De tanto andar te cansaste, pero no dijiste: “Hasta aquí llego”.

11 »¿Quién te asustó, quién te metió miedo, que me has engañado?

12 Yo denunciaré tu justicia y tus obras, y de nada te servirán.

13 Cuando grites pidiendo ayuda, ¡que te salve tu colección de ídolos!

14 Y se dirá: «¡Construyan, construyan, preparen el camino!

15 Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo:

16 Mi litigio no será eterno, ni estaré siempre enojado,

17 La codicia de mi pueblo es irritable, por perversa,

18 He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo.

19     les haré proclamar esta alabanza: ¡Paz a los que están lejos,

20 pero los malvados son como el mar agitado, que no puede calmarse,

21 No hay paz para los malvados —dice mi Dios—.