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La Palabra de Dios preservada y viva

JEREMIAS 10 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel.

2 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.

3 Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril.

4 Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.

5 Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.

6 No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío.

7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.

8 Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño.

9 Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de peritos es todo.

10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.

11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos.

12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría;

13 a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.

14 Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en ella.

15 Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán.

16 No es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.

17 Recoge de las tierras tus mercaderías, la que moras en lugar fortificado.

18 Porque así ha dicho Jehová: He aquí que esta vez arrojaré con honda los moradores de la tierra, y los afligiré, para que lo sientan.

19 ¡Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.

20 Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas.

21 Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron a Jehová; por tanto, no prosperaron, y todo su ganado se esparció.

22 He aquí que voz de rumor viene, y alboroto grande de la tierra del norte, para convertir en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de chacales.

23 Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.

24 Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.

25 Derrama tu enojo sobre los pueblos que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre; porque se comieron a Jacob, lo devoraron, le han consumido, y han asolado su morada.

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1 Oigan la palabra que Jehová ha hablado contra ustedes, oh casa de Israel.

2 Esto es lo que ha dicho Jehová: “No aprendan de ninguna manera el camino de las naciones, y no se sobrecojan de terror aun ante las señales de los cielos, porque las naciones se sobrecogen de terror ante ellas.

3 Porque las costumbres de los pueblos son solamente una exhalación, porque un simple árbol del bosque es lo que uno ha cortado, la obra de las manos del artífice con el podón.

4 Con plata y con oro uno lo hace bello. Con clavos y martillos los sujetan, para que ninguno bambolee.

5 Son como un espantapájaros de un pepinar, y no pueden hablar. Sin falta son llevados, porque no pueden dar paso alguno. No tengan miedo a causa de ellos, porque ellos no pueden hacer nada calamitoso y, lo que es más, el hacer bien no está con ellos”.

6 De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es grande en poderío.

7 ¿Quién no debería temerte, oh Rey de las naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti; porque entre todos los sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones reales no hay absolutamente nadie semejante a ti.

8 Y a un mismo tiempo ellos resultan ser irrazonables y estúpidos. Un árbol es una mera exhortación de vanidades.

9 Plata batida en láminas es lo que se trae aun de Tarsis, y oro de Ufaz, la hechura de un artífice y de las manos de un metalario; su vestido es hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza. Todos son la hechura de personas diestras.

10 Pero Jehová es en verdad Dios. Él es el Dios vivo y el Rey hasta tiempo indefinido. A causa de su indignación la tierra se mecerá, y ninguna de las naciones podrá sostenerse bajo su denunciación.

11 Esto es lo que ustedes les dirán: “Los dioses que no hicieron los mismos cielos y la tierra son los que perecerán de la tierra y de debajo de estos cielos”.

12 Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos.

13 A [su] voz hay de él el dar una ruidosa agitación de aguas en los cielos, y él hace que asciendan vapores desde la extremidad de la tierra. Ha hecho hasta conductos para la lluvia, y saca el viento de sus almacenes.

14 Todo hombre se ha portado tan irrazonablemente como para no saber. Todo metalario ciertamente sentirá vergüenza a causa de la imagen tallada; porque su imagen fundida es una falsedad, y no hay espíritu en ellas.

15 Son una vanidad, obra de mofa. Al tiempo que se les dé atención, perecerán.

16 La Parte que corresponde a Jacob no es como estas cosas, porque él es el Formador de todo, e Israel es el bastón de su herencia. Jehová de los ejércitos es su nombre.

17 Recoge de la tierra tu bulto de carga, oh mujer que moras bajo tensión.

18 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí estoy tirando como con honda a los habitantes de la tierra en esta ocasión, y ciertamente les causaré angustia a fin de que se enteren”.

19 ¡Ay de mí a causa de mi quebranto! Mi golpe se ha hecho crónico. Y yo mismo he dicho: “De seguro esta es mi enfermedad, y yo la llevaré.

20 Mi propia tienda ha sido despojada con violencia, y todas mis propias cuerdas de tienda han sido rotas en dos. Mis propios hijos se han ido de mí, y ya no son. Ya no hay nadie que despliegue mi tienda ni que levante mis telas de tienda.

21 Porque los pastores se han portado irrazonablemente, y no han buscado siquiera a Jehová. Por eso no han obrado con perspicacia, y todos sus animales apacentados han sido esparcidos”.

22 ¡Escucha! ¡Un informe! Aquí ha venido, también un gran golpeteo de la tierra del norte, a fin de hacer de las ciudades de Judá un yermo desolado, albergue de chacales.

23 Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.

24 Corrígeme, oh Jehová; sin embargo, con juicio; no en tu cólera, para que no me reduzcas a nada.

25 Derrama tu furia sobre las naciones que te han pasado por alto, y sobre las familias que ni aun tu nombre han invocado. Porque se han comido a Jacob. Sí, se lo han comido, y siguen empeñados en exterminarlo; y han desolado su lugar de habitación.