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JEREMIAS 24 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Después de haber transportado Nabucodonosor rey de Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá y los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová.

2 Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer.

3 Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.

4 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

5 Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien.

6 Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré.

7 Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.

8 Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto.

9 Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje.

10 Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.

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1 Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová, después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los constructores de baluartes, de Jerusalén para transportarlos a Babilonia.

2 En cuanto a la primera cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de modo que no se podían comer de malos que eran.

3 Y Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De modo que dije: “Higos, los higos buenos muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no pueden comerse de malos que son”.

4 Entonces me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo:

5 “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Dios de Israel: ‘Como a estos higos buenos, así consideraré a los desterrados de Judá, a quienes ciertamente enviaré de este lugar a la tierra de los caldeos, de buena manera.

6 Y ciertamente fijaré mi ojo sobre ellos de buena manera, y de seguro haré que regresen a esta tierra. Y ciertamente los edificaré, y no demoleré; y ciertamente los plantaré, y no desarraigaré.

7 Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios, porque se volverán a mí con todo el corazón.

8 ”’Y como los higos malos que no pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se están quedando en este país y a los que están morando en la tierra de Egipto...

9 yo también ciertamente los daré para trepidación, para calamidad, en todos los reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho proverbial, para un escarnio y para una invocación de mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré.

10 Y ciertamente enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que se acaben de sobre el suelo que les di a ellos y a sus antepasados”’”.