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JOB 7 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 ¿No es acaso brega la vida del hombre sobre la tierra, Y sus días como los días del jornalero?

2 Como el siervo suspira por la sombra, Y como el jornalero espera el reposo de su trabajo,

3 Así he recibido meses de calamidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta.

4 Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Mas la noche es larga, y estoy lleno de inquietudes hasta el alba.

5 Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; Mi piel hendida y abominable.

6 Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.

7 Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.

8 Los ojos de los que me ven, no me verán más; Fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.

9 Como la nube se desvanece y se va, Así el que desciende al Seol no subirá;

10 No volverá más a su casa, Ni su lugar le conocerá más.

11 Por tanto, no refrenaré mi boca; Hablaré en la angustia de mi espíritu, Y me quejaré con la amargura de mi alma.

12 ¿Soy yo el mar, o un monstruo marino, Para que me pongas guarda?

13 Cuando digo: Me consolará mi lecho, Mi cama atenuará mis quejas;

14 Entonces me asustas con sueños, Y me aterras con visiones.

15 Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación, Y quiso la muerte más que mis huesos.

16 Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad.

17 ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón,

18 Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes?

19 ¿Hasta cuándo no apartarás de mí tu mirada, Y no me soltarás siquiera hasta que trague mi saliva?

20 Si he pecado, ¿qué puedo hacerte a ti, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me pones por blanco tuyo, Hasta convertirme en una carga para mí mismo?

21 ¿Y por qué no quitas mi rebelión, y perdonas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo, Y si me buscares de mañana, ya no existiré.

  X


1 ”¿No hay un trabajo obligatorio para el hombre mortal sobre la tierra, y no son sus días como los días de un trabajador asalariado?

2 Como un esclavo él jadea por la sombra, y cual trabajador asalariado espera su salario.

3 Así se me ha hecho poseer meses lunares inútiles, y noches de desgracia me han dado por cuenta.

4 Cuando me he acostado, también he dicho: ‘¿Cuándo me levantaré?’. Y [cuando] el atardecer realmente completa su medida, también he estado harto de desasosiegos hasta el crepúsculo de la mañana.

5 Mi carne ha quedado vestida de cresas y bultos de polvo; mi piel misma ha formado costras, y se disuelve.

6 Mis días mismos se han hecho más veloces que una lanzadera de tejedor, y terminan en desesperanza.

7 Acuérdate de que mi vida es viento; que mi ojo no volverá a ver el bien.

8 El ojo del que me ve no me contemplará; tus ojos estarán sobre mí, pero yo no seré.

9 La nube ciertamente se acaba y se va; así el que va bajando al Seol no subirá.

10 No volverá más a su casa, y su lugar no lo reconocerá más.

11 Yo, igualmente, no detendré mi boca. ¡Ciertamente hablaré en la angustia de mi espíritu; ciertamente me preocuparé con la amargura de mi alma!

12 ¿Soy yo un mar, o un monstruo marino, para que me pongas guarda?

13 Cuando dije: ‘Mi diván me consolará, mi cama conllevará mi preocupación’,

14 tú hasta me has aterrorizado con sueños, y mediante visiones me haces saltar del susto,

15 de modo que mi alma escoge la sofocación, la muerte más bien que mis huesos.

16 Yo [la] he rechazado; hasta tiempo indefinido no quisiera vivir. Déjame, porque mis días son una exhalación.

17 ¿Qué es el hombre mortal para que lo críes, y para que fijes tu corazón en él,

18 y para que le prestes atención cada mañana, que a cada momento lo pruebes?

19 ¿Por qué no quieres apartar de mí tu mirada, ni dejarme solo hasta que me trague la saliva?

20 Si he pecado, ¿qué puedo lograr yo contra ti, el Observador de la humanidad? ¿Por qué me has puesto por blanco tuyo, para que llegue a ser una carga para ti?

21 Y ¿por qué no perdonas mi transgresión, y pasas por alto mi error? Porque ahora en polvo me acostaré; y ciertamente me buscarás, y yo no seré”.