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JOSUE 14 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Esto, pues, es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Canaán, lo cual les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

2 Por suerte se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu.

3 Porque a las dos tribus y a la media tribu les había dado Moisés heredad al otro lado del Jordán; mas a los levitas no les dio heredad entre ellos.

4 Porque los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín; y no dieron parte a los levitas en la tierra sino ciudades en que morasen, con los ejidos de ellas para sus ganados y rebaños.

5 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en el repartimiento de la tierra.

6 Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.

7 Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

8 Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.

9 Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.

10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho.

13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad.

14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel.

15 Mas el nombre de Hebrón fue antes Quiriat-arba; porque Arba fue un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra descansó de la guerra.

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1 Ahora bien, esto es lo que los hijos de Israel tomaron como posesión hereditaria en la tierra de Canaán, que Eleazar el sacerdote y Josué hijo de Nun y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel les hicieron heredar.

2 Su herencia fue por sorteo, tal como había mandado Jehová por medio de Moisés para las nueve tribus y la media tribu.

3 Porque Moisés había dado la herencia de las otras dos tribus y de la otra media tribu al otro lado del Jordán; y a los levitas no les dio herencia en medio de ellos.

4 Pues los hijos de José habían llegado a ser dos tribus, Manasés y Efraín; y a los levitas no se había dado participación en la tierra, salvo ciudades donde morar y sus dehesas para su ganado y su propiedad.

5 Tal como Jehová había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel; y procedieron a repartir la tierra proporcionalmente.

6 Entonces los hijos de Judá se acercaron a Josué en Guilgal, y Caleb hijo de Jefuné el quenizita le dijo: “Tú mismo sabes bien la palabra que Jehová habló a Moisés el hombre del Dios [verdadero] respecto a mí y respecto a ti en Qadés-barnea.

7 Cuarenta años de edad tenía yo cuando Moisés el siervo de Jehová me envió desde Qadés-barnea para espiar la tierra, y vine trayéndole palabra de vuelta tal como se hallaba en mi corazón.

8 Y mis hermanos que subieron conmigo hicieron que el corazón del pueblo se derritiera; pero en cuanto a mí, yo seguí plenamente a Jehová mi Dios.

9 En consecuencia, Moisés juró en aquel día, y dijo: ‘La tierra en que ha pisado tu pie llegará a ser tuya y de tus hijos como herencia hasta tiempo indefinido, porque has seguido plenamente a Jehová mi Dios’.

10 Y ahora sucede que Jehová me ha conservado vivo, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años desde que Jehová hizo esta promesa a Moisés cuando Israel andaba en el desierto, y ahora me veo aquí hoy con ochenta y cinco años de edad.

11 Sin embargo, hoy me hallo tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Como era mi poder entonces, así es mi poder ahora para la guerra, tanto para salir como para entrar.

12 Y ahora dame, sí, esta región montañosa que Jehová prometió en aquel día, porque tú mismo oíste en aquel día que había anaquim allí y grandes ciudades fortificadas. Probablemente Jehová estará conmigo, y ciertamente los desposeeré, tal como Jehová prometió”.

13 Ante eso, Josué lo bendijo y dio Hebrón a Caleb hijo de Jefuné como herencia.

14 Por eso Hebrón ha llegado a pertenecer a Caleb hijo de Jefuné el quenizita como herencia hasta el día de hoy, por razón de que siguió plenamente a Jehová el Dios de Israel.

15 El nombre de Hebrón antes de eso era Quiryat-arbá ([dicho Arbá fue] el gran hombre entre los anaquim). Y la tierra no tuvo disturbio de guerra.