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JOSUE 22 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés,

2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado.

3 No habéis dejado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios.

4 Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del Jordán.

5 Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.

6 Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas.

7 También a la media tribu de Manasés había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra mitad dio Josué heredad entre sus hermanos a este lado del Jordán, al occidente; y también a éstos envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido.

8 Y les habló diciendo: Volved a vuestras tiendas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, con oro, y bronce, y muchos vestidos; compartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos.

9 Así los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés, se volvieron, separándose de los hijos de Israel, desde Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual se habían posesionado conforme al mandato de Jehová por conducto de Moisés.

10 Y llegando a los límites del Jordán que está en la tierra de Canaán, los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar de grande apariencia.

11 Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés habían edificado un altar frente a la tierra de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel.

12 Cuando oyeron esto los hijos de Israel, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear contra ellos.

13 Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés en tierra de Galaad, a Finees hijo del sacerdote Eleazar,

14 y a diez príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era jefe de la casa de sus padres entre los millares de Israel.

15 Los cuales fueron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y les hablaron diciendo:

16 Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué transgresión es esta con que prevaricáis contra el Dios de Israel para apartaros hoy de seguir a Jehová, edificándoos altar para ser rebeldes contra Jehová?

17 ¿No ha sido bastante la maldad de Peor, de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual vino la mortandad en la congregación de Jehová,

18 para que vosotros os apartéis hoy de seguir a Jehová? Vosotros os rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel.

19 Si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar además del altar de Jehová nuestro Dios.

20 ¿No cometió Acán hijo de Zera prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.

21 Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron y dijeron a los cabezas de los millares de Israel:

22 Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los dioses, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no nos salves hoy.

23 Si nos hemos edificado altar para volvernos de en pos de Jehová, o para sacrificar holocausto u ofrenda, o para ofrecer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová nos lo demande.

24 Lo hicimos más bien por temor de que mañana vuestros hijos digan a nuestros hijos: ¿Qué tenéis vosotros con Jehová Dios de Israel?

25 Jehová ha puesto por lindero el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte en Jehová; y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejasen de temer a Jehová.

26 Por esto dijimos: Edifiquemos ahora un altar, no para holocausto ni para sacrificio,

27 sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios y con nuestras ofrendas de paz; y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte en Jehová.

28 Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos: Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros.

29 Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando altar para holocaustos, para ofrenda o para sacrificio, además del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo.

30 Oyendo Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, les pareció bien todo ello.

31 Y dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová.

32 Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, dejaron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los cuales dieron la respuesta.

33 Y el asunto pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.

34 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar Ed; porque testimonio es entre nosotros que Jehová es Dios.

  X


1 En aquel tiempo Josué procedió a llamar a los rubenitas y a los gaditas y a la media tribu de Manasés,

2 y a decirles: “Por su parte, ustedes han guardado todo lo que les mandó Moisés el siervo de Jehová, y fueron obedientes a mi voz en todo lo que les he mandado.

3 No han dejado a sus hermanos en estos muchos días hasta el día de hoy, y han guardado la obligación del mandamiento de Jehová su Dios.

4 Y ahora Jehová su Dios ha dado descanso a sus hermanos, tal como les prometió. De modo que ahora vuélvanse y váyanse a sus tiendas en la tierra de su posesión, que Moisés el siervo de Jehová les dio al otro lado del Jordán.

5 Solo que tengan mucho cuidado de llevar a cabo el mandamiento y la ley que Moisés el siervo de Jehová les mandó, amando a Jehová su Dios y andando en todos sus caminos y guardando sus mandamientos y adhiriéndose a él y sirviéndole con todo su corazón y con toda su alma”.

6 Con eso los bendijo Josué y los envió para que se fueran a sus tiendas.

7 Y a la media tribu de Manasés Moisés había hecho una dádiva en Basán, y a la otra mitad de ella Josué hizo una dádiva con sus hermanos del lado del Jordán hacia el oeste. Por eso, también, cuando Josué los envió a sus tiendas, procedió a bendecirlos.

8 Y les dijo además: “Vuelvan a sus tiendas con grandes riquezas y con muchísimo ganado, con plata y oro y cobre y hierro y prendas de vestir en muy grande cantidad. Tomen la parte que les corresponde del despojo de sus enemigos junto con sus hermanos”.

9 Después de eso los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés regresaron, y se fueron de los otros hijos de Israel, de Siló, que está en la tierra de Canaán, para irse a la tierra de Galaad, a la tierra de su posesión en la cual habían sido establecidos por orden de Jehová por medio de Moisés.

10 Cuando llegaron a las regiones del Jordán que estaban en la tierra de Canaán, entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés edificaron allí un altar junto al Jordán, un altar sumamente descollante.

11 Más tarde, los otros hijos de Israel oyeron decir: “¡Mira! Los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés han edificado un altar en la frontera de la tierra de Canaán, en las regiones del Jordán, del lado que pertenece a los hijos de Israel”.

12 Cuando los hijos de Israel llegaron a oír esto, entonces toda la asamblea de los hijos de Israel se congregó en Siló para subir a iniciar acción militar contra ellos.

13 Entonces, a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, los hijos de Israel enviaron a Finehás hijo de Eleazar el sacerdote,

14 y con él a diez principales, un principal de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, y cada uno era cabeza de la casa de sus padres de los millares de Israel.

15 Con el tiempo, estos llegaron a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manasés, en la tierra de Galaad, y empezaron a hablar con ellos, y dijeron:

16 “Esto es lo que ha dicho toda la asamblea de Jehová: ‘¿Qué acto de infidelidad es este que han perpetrado ustedes contra el Dios de Israel, volviéndose hoy de seguir a Jehová al edificarse un altar, para rebelarse hoy contra Jehová?

17 ¿Nos fue demasiado pequeño el error de Peor, del cual no nos hemos limpiado hasta el día de hoy, aunque la plaga vino a estar sobre la asamblea de Jehová?

18 Y ustedes... ustedes quisieran volverse hoy de seguir a Jehová; y tiene que suceder que si ustedes, por su parte, se rebelan hoy contra Jehová, entonces mañana será contra toda la asamblea de Israel contra lo que él se indignará.

19 Ahora bien, si realmente sucede que la tierra de su posesión es inmunda, pasen a la tierra de la posesión de Jehová donde ha residido el tabernáculo de Jehová, y establézcanse en medio de nosotros; y no se rebelen contra Jehová y no hagan de nosotros los que estemos en rebelión al edificar ustedes un altar además del altar de Jehová nuestro Dios.

20 ¿No fue Acán hijo de Zérah el que perpetró un acto de infidelidad en la cosa dada por entero a la destrucción, y no fue contra toda la asamblea de Israel contra quienes vino indignación? Y él no fue el único hombre que expiró en su error’”.

21 Ante esto, los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés contestaron y hablaron con los cabezas de los millares de Israel:

22 “Divino, Dios, Jehová, Divino, Dios, Jehová, él sabe, e Israel, él también sabrá. Si es en rebelión y si es en infidelidad contra Jehová, no nos salves el día de hoy.

23 Si fue para edificarnos un altar para volvernos de seguir a Jehová, y si fue para ofrecer sobre él ofrendas quemadas y ofrendas de grano, y si fue para hacer sobre él sacrificios de comunión, Jehová mismo indagará;

24 o si no fue más bien debido a solicitud ansiosa por algo distinto por lo que hicimos esto, diciendo: ‘En un día futuro los hijos de ustedes dirán a nuestros hijos: “¿Qué tienen que ver ustedes con Jehová el Dios de Israel?

25 Y hay un límite que Jehová ha puesto entre nosotros y ustedes, los hijos de Rubén y los hijos de Gad, a saber, el Jordán. No tienen ustedes parte que les corresponda en Jehová”. Y los hijos de ustedes ciertamente harán que nuestros hijos desistan de temer a Jehová’.

26 ”Por lo tanto dijimos: ‘Obremos en pro de nosotros mismos, por favor, edificando el altar, no para ofrenda quemada ni para sacrificio,

27 sino para que sea un testigo entre nosotros y ustedes, y nuestras generaciones después de nosotros, de que rendiremos el servicio de Jehová delante de él con nuestras ofrendas quemadas y nuestros sacrificios y nuestros sacrificios de comunión, para que los hijos de ustedes no digan a nuestros hijos en un día futuro: “Ustedes no tienen parte que les corresponda en Jehová”’.

28 Así es que dijimos: ‘Y tiene que suceder que en caso de que nos dijeran eso a nosotros y a nuestras generaciones en un día futuro, entonces tenemos que decir: “Vean la representación del altar de Jehová que hicieron nuestros padres, no para ofrenda quemada ni para sacrificio, sino que es un testigo entre nosotros y ustedes”’.

29 ¡Es inconcebible, de parte nuestra, rebelarnos de nuestra propia cuenta contra Jehová, y volvernos hoy de seguir a Jehová, edificando un altar para ofrenda quemada, ofrenda de grano y sacrificio, además del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo!”.

30 Ahora bien, cuando Finehás el sacerdote y los principales de la asamblea y los cabezas de los millares de Israel que estaban con él oyeron las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, aquello resultó bueno a sus ojos.

31 De modo que Finehás hijo de Eleazar el sacerdote dijo a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a los hijos de Manasés: “Hoy de veras sabemos que Jehová está en medio de nosotros, porque no han perpetrado contra Jehová este acto de infidelidad. Ahora han librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová”.

32 Tras eso, Finehás hijo de Eleazar el sacerdote y los principales se volvieron de los hijos de Rubén y de los hijos de Gad, en la tierra de Galaad, a la tierra de Canaán, a los otros hijos de Israel, y les llevaron palabra de vuelta.

33 Y la palabra resultó buena a los ojos de los hijos de Israel; y los hijos de Israel procedieron a bendecir a Dios, y no hablaron de subir para emprender servicio militar contra ellos para arruinar la tierra en que estaban morando los hijos de Rubén y los hijos de Gad.

34 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad procedieron a dar nombre al altar, porque “es testigo, entre nosotros, de que Jehová es el Dios [verdadero]”.