Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

JOSUE 9 Paralela rv60
y tnm

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos,

2 se concertaron para pelear contra Josué e Israel.

3 Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,

4 usaron de astucia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,

5 y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino era seco y mohoso.

6 Y vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana; haced, pues, ahora alianza con nosotros.

7 Y los de Israel respondieron a los heveos: Quizás habitáis en medio de nosotros. ¿Cómo, pues, podremos hacer alianza con vosotros?

8 Ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus siervos. Y Josué les dijo: ¿Quiénes sois vosotros, y de dónde venís?

9 Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de tierra muy lejana, por causa del nombre de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que hizo en Egipto,

10 y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán: a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot.

11 Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos; haced ahora alianza con nosotros.

12 Este nuestro pan lo tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vosotros; y helo aquí ahora ya seco y mohoso.

13 Estos cueros de vino también los llenamos nuevos; helos aquí ya rotos; también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy largo del camino.

14 Y los hombres de Israel tomaron de la provisiones de ellos, y no consultaron a Jehová.

15 Y Josué hizo paz con ellos, y celebró con ellos alianza concediéndoles la vida; y también lo juraron los príncipes de la congregación.

16 Pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.

17 Y salieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a las ciudades de ellos; y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat-jearim.

18 Y no los mataron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.

19 Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehová Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.

20 Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para que no venga ira sobre nosotros por causa del juramento que les hemos hecho.

21 Dijeron, pues, de ellos los príncipes: Dejadlos vivir; y fueron constituidos leñadores y aguadores para toda la congregación, concediéndoles la vida, según les habían prometido los príncipes.

22 Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros, siendo así que moráis en medio de nosotros?

23 Ahora, pues, malditos sois, y no dejará de haber de entre vosotros siervos, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.

24 Y ellos respondieron a Josué y dijeron: Como fue dado a entender a tus siervos que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que os había de dar toda la tierra, y que había de destruir a todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de vosotros, e hicimos esto.

25 Ahora, pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.

26 Y él lo hizo así con ellos; pues los libró de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron.

27 Y Josué los destinó aquel día a ser leñadores y aguadores para la congregación, y para el altar de Jehová en el lugar que Jehová eligiese, lo que son hasta hoy.

  X


1 Y aconteció que en cuanto oyeron esto todos los reyes que estaban del lado del Jordán en la región montañosa y en la Sefelá y a lo largo de toda la costa del mar Grande y enfrente del Líbano, los hititas y los amorreos, los cananeos, los perizitas, los heveos y los jebuseos,

2 todos ellos empezaron a juntarse para guerrear unánimemente contra Josué e Israel.

3 Y los habitantes de Gabaón oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai.

4 De modo que, aun de su propia cuenta, actuaron con sagacidad y fueron y se abastecieron de provisiones y tomaron sacos gastados para sus asnos, y odres de vino gastados y reventados y atados,

5 y sandalias gastadas y remendadas sobre los pies, y sobre sí prendas de vestir gastadas, y todo el pan de sus provisiones se hallaba seco y desmigajado.

6 Entonces se dirigieron a Josué en el campamento, en Guilgal, y les dijeron a él y a los hombres de Israel: “Es de una tierra distante de donde hemos venido. Y ahora celebren un pacto con nosotros”.

7 Ante esto, los hombres de Israel dijeron a los heveos: “Quizás sea en nuestra vecindad donde ustedes moran. ¿Cómo, pues, podríamos celebrar un pacto con ustedes?”.

8 A su vez, ellos dijeron a Josué: “Somos tus siervos”. Entonces les dijo Josué: “¿Quiénes son ustedes, y de dónde vienen?”.

9 Ante esto, le dijeron: “Es de una tierra muy distante que han venido tus siervos con respecto al nombre de Jehová tu Dios, porque hemos oído de su fama y de todo lo que hizo en Egipto,

10 y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a saber, Sehón el rey de Hesbón y Og el rey de Basán, que estaba en Astarot.

11 Por eso nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestra tierra nos dijeron esto: ‘Tomen en sus manos provisiones para el viaje y vayan al encuentro de ellos, y tienen que decirles: “Somos siervos de ustedes. Y ahora celebren un pacto con nosotros”’.

12 Este pan nuestro, caliente estaba cuando de nuestras casas lo tomamos como provisiones nuestras el día en que salimos para venir acá a ustedes, y ahora, ¡miren!, está seco y se ha desmigajado.

13 Y estos son los odres de vino que llenamos nuevos, y, ¡miren!, se han reventado, y estas prendas de vestir y sandalias nuestras se han desgastado debido a lo muy largo del viaje”.

14 Con eso, los hombres tomaron de las provisiones de ellos, y no inquirieron de la boca de Jehová.

15 Y Josué se puso a hacer la paz con ellos y a celebrar un pacto con ellos para dejarlos vivir, y así los principales de la asamblea les juraron.

16 Y aconteció que al cabo de tres días, después que hubieron celebrado un pacto con ellos, llegaron a oír que estos se hallaban cerca de ellos y que era en su vecindad donde moraban.

17 Entonces los hijos de Israel partieron, y llegaron a las ciudades de ellos al tercer día, y sus ciudades eran Gabaón y Kefirá y Beerot y Quiryat-jearim.

18 Y los hijos de Israel no los hirieron, porque los principales de la asamblea les habían jurado por Jehová el Dios de Israel. Y toda la asamblea empezó a murmurar contra los principales.

19 Ante esto, todos los principales dijeron a toda la asamblea: “Nosotros, por nuestra parte, les hemos jurado por Jehová el Dios de Israel, y ahora no se nos permite lastimarlos.

20 Esto es lo que les haremos a la vez que dejarlos vivir, para que no venga sobre nosotros indignación con motivo del juramento que les hemos hecho”.

21 De modo que los principales les dijeron: “Que vivan y que lleguen a ser recogedores de leña y sacadores de agua para toda la asamblea, tal como les han prometido los principales”.

22 Josué ahora los llamó y les habló, y dijo: “¿Por qué nos embaucaron, diciendo: ‘Estamos muy lejos de ustedes’, cuando moran precisamente en medio de nosotros?

23 Y ahora son ustedes gente maldita, y nunca será cortado de ustedes el estar en condición de esclavo y ser recogedores de leña y sacadores de agua para la casa de mi Dios”.

24 Entonces contestaron a Josué y dijeron: “Fue porque a tus siervos se les informó claramente que Jehová tu Dios había mandado a Moisés su siervo que les diera a ustedes toda la tierra y aniquilara a todos los habitantes de la tierra de delante de ustedes, y llegamos a tener mucho miedo por nuestras almas a causa de ustedes. Por eso hicimos esta cosa.

25 Y ahora, aquí estamos, en tu mano. Tal como sea bueno y recto a tus ojos hacer con nosotros, hazlo”.

26 Y él procedió a hacer así con ellos y a librarlos de la mano de los hijos de Israel, y no los mataron.

27 Por consiguiente, Josué los constituyó en aquel día recogedores de leña y sacadores de agua para la asamblea y para el altar de Jehová, hasta el día de hoy, en el lugar que él escogiera.