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JUECES 11 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad.

2 Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.

3 Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los cuales salían con él.

4 Aconteció andando el tiempo, que los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel.

5 Y cuando los hijos de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob;

6 y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón.

7 Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?

8 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y seas caudillo de todos los que moramos en Galaad.

9 Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo?

10 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices.

11 Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su caudillo y jefe; y Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en Mizpa.

12 Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas, diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo, que has venido a mí para hacer guerra contra mi tierra?

13 El rey de los amonitas respondió a los mensajeros de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán; ahora, pues, devuélvela en paz.

14 Y Jefté volvió a enviar otros mensajeros al rey de los amonitas,

15 para decirle: Jefté ha dicho así: Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de Amón.

16 Porque cuando Israel subió de Egipto, anduvo por el desierto hasta el Mar Rojo, y llegó a Cades.

17 Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra; pero el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey de Moab, el cual tampoco quiso; se quedó, por tanto, Israel en Cades.

18 Después, yendo por el desierto, rodeó la tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por el lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro lado de Arnón, y no entró en territorio de Moab; porque Arnón es territorio de Moab.

19 Y envió Israel mensajeros a Sehón rey de los amorreos, rey de Hesbón, diciéndole: Te ruego que me dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar.

20 Mas Sehón no se fio de Israel para darle paso por su territorio, sino que reuniendo Sehón toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó contra Israel.

21 Pero Jehová Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, y los derrotó; y se apoderó Israel de toda la tierra de los amorreos que habitaban en aquel país.

22 Se apoderaron también de todo el territorio del amorreo desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el Jordán.

23 Así que, lo que Jehová Dios de Israel desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel, ¿pretendes tú apoderarte de él?

24 Lo que te hiciere poseer Quemos tu dios, ¿no lo poseerías tú? Así, todo lo que desposeyó Jehová nuestro Dios delante de nosotros, nosotros lo poseeremos.

25 ¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él cuestión contra Israel, o hizo guerra contra ellos?

26 Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?

27 Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo peleando contra mí. Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón.

28 Mas el rey de los hijos de Amón no atendió a las razones que Jefté le envió.

29 Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.

30 Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares a los amonitas en mis manos,

31 cualquiera que saliere de las puertas de mi casa a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto.

32 Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano.

33 Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas por los hijos de Israel.

34 Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas, y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella hijo ni hija.

35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.

36 Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus enemigos los hijos de Amón.

37 Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto: déjame por dos meses que vaya y descienda por los montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras.

38 El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.

39 Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón.

40 Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.

  X


1 Ahora bien, Jefté el galaadita se había hecho hombre poderoso y valiente, y era hijo de una prostituta, y Galaad había llegado a ser padre de Jefté.

2 Y la esposa de Galaad siguió dándole hijos. Cuando los hijos de la esposa se desarrollaron, procedieron a expulsar a Jefté y a decirle: “No debes tener herencia en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer”.

3 De modo que Jefté huyó a causa de sus hermanos y se puso a morar en la tierra de Tob. Y siguieron juntándose a Jefté hombres ociosos, y salían con él.

4 Y después de una temporada aconteció que los hijos de Ammón empezaron a pelear contra Israel.

5 Y aconteció que cuando los hijos de Ammón efectivamente pelearon contra Israel, los ancianos de Galaad fueron inmediatamente a sacar a Jefté de la tierra de Tob.

6 Entonces dijeron a Jefté: “Ven, sí, y sirve como comandante nuestro, y peleemos contra los hijos de Ammón”.

7 Pero Jefté dijo a los ancianos de Galaad: “¿No fueron ustedes los que me odiaron, de modo que me expulsaron de la casa de mi padre? ¿Y por qué han venido a mí ahora justamente cuando están en angustia?”.

8 Ante esto, los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: “Por eso ahora nos hemos vuelto a ti, y tienes que ir con nosotros y pelear contra los hijos de Ammón, y tienes que llegar a ser para nosotros cabeza de todos los habitantes de Galaad”.

9 De modo que Jefté dijo a los ancianos de Galaad: “Si me están llevando de vuelta para pelear contra los hijos de Ammón, y Jehová de veras los abandona en mi mano, ¡yo, por mi parte, llegaré a ser cabeza de ustedes!”.

10 A su vez, los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: “Resulte Jehová ser el oidor entre nosotros si la manera en que lo hiciéramos no fuera conforme a tu palabra”.

11 En consecuencia, Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo puso sobre sí como cabeza y comandante. Y Jefté procedió a hablar todas sus palabras delante de Jehová en Mizpá.

12 Entonces Jefté envió mensajeros al rey de los hijos de Ammón, y dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, para que hayas venido contra mí para pelear en mi tierra?”.

13 De modo que el rey de los hijos de Ammón dijo a los mensajeros de Jefté: “Se debe a que Israel tomó mi tierra cuando subió de Egipto, desde el Arnón hasta el Jaboq y hasta el Jordán. Y ahora, en efecto, devuélvela pacíficamente”.

14 Pero Jefté volvió a enviar mensajeros al rey de los hijos de Ammón

15 y le dijo: “Esto es lo que ha dicho Jefté: ‘Israel no tomó la tierra de Moab ni la tierra de los hijos de Ammón.

16 Porque cuando subió de Egipto, Israel fue andando por el desierto hasta el mar Rojo y logró llegar a Qadés.

17 Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom, diciendo: “Déjame pasar, por favor, por tu tierra”, y el rey de Edom no escuchó. Y también al rey de Moab envió, y él no consintió. E Israel continuó morando en Qadés.

18 Cuando siguieron andando por el desierto, dieron la vuelta a la tierra de Edom y a la tierra de Moab de modo que marcharon en dirección al nacimiento del sol, en lo que toca a la tierra de Moab, y se pusieron a acampar en la región de Arnón; y no pasaron dentro del límite de Moab, porque Arnón era el límite de Moab.

19 ”’Después de eso Israel envió mensajeros a Sehón el rey de los amorreos, el rey de Hesbón, y le dijo Israel: “Déjanos pasar, por favor, por tu tierra a mi propio lugar”.

20 Y Sehón no se sintió seguro acerca de que Israel cruzara por su territorio, y Sehón se puso a reunir a todo su pueblo y a acampar en Jáhaz y a pelear contra Israel.

21 Ante esto, Jehová el Dios de Israel dio a Sehón y todo su pueblo en mano de Israel, de manera que ellos los hirieron, e Israel tomó posesión de toda la tierra de los amorreos que habitaban aquella tierra.

22 Así tomaron posesión de todo el territorio de los amorreos desde el Arnón hasta el Jaboq y desde el desierto hasta el Jordán.

23 ”’Y ahora Jehová el Dios de Israel fue quien desposeyó a los amorreos de delante de su pueblo Israel, y tú, por tu parte, quisieras desposeerlos.

24 ¿Acaso no es a cualquiera a quien Kemós tu dios te hace desposeer que tú desposees? Y todo aquel a quien Jehová nuestro Dios ha desposeído de delante de nosotros es al que nosotros desposeeremos.

25 Y ahora, ¿eres tú mejor de manera alguna que Balac hijo de Zipor, el rey de Moab? ¿Contendió él alguna vez con Israel, o peleó alguna vez contra ellos?

26 Mientras Israel estaba morando en Hesbón y sus pueblos dependientes, y en Aroer y sus pueblos dependientes, y en todas las ciudades que están junto a las márgenes del Arnón por trescientos años, ¿por qué, pues, nunca los arrebataste durante aquel tiempo?

27 En cuanto a mí, yo no he pecado contra ti, pero tú estás tratando mal conmigo al pelear contra mí. Que Jehová el Juez juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón’”.

28 Y el rey de los hijos de Ammón no escuchó las palabras de Jefté que este le había enviado.

29 El espíritu de Jehová ahora vino sobre Jefté, y él procedió a pasar por Galaad y Manasés, y a pasar por Mizpé de Galaad, y desde Mizpé de Galaad pasó adelante a donde los hijos de Ammón.

30 Entonces Jefté hizo un voto a Jehová y dijo: “Si tú sin falta das a los hijos de Ammón en mi mano,

31 entonces tiene que suceder que el que venga saliendo, que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro cuando yo vuelva en paz de los hijos de Ammón, tiene que llegar a ser entonces de Jehová, y tengo que ofrecer a ese como ofrenda quemada”.

32 De modo que Jefté pasó adelante a donde los hijos de Ammón para pelear contra ellos, y Jehová procedió a darlos en su mano.

33 Y fue hiriéndolos desde Aroer por todo el camino hasta Minit —veinte ciudades— y hasta Abel-keramim con una matanza sumamente grande. Así fueron sojuzgados los hijos de Ammón delante de los hijos de Israel.

34 Por fin Jefté vino a Mizpá, a su casa, y, ¡mire!, ¡su hija salía a su encuentro con toque de panderetas y baile! Ahora bien, ella era absolutamente la única hija. Además de ella, él no tenía ni hijo ni hija.

35 Y aconteció que, cuando él alcanzó a verla, empezó a rasgar sus prendas de vestir y a decir: “¡Ay, hija mía! Realmente has hecho que me doble, y tú misma has llegado a ser la que yo estuve obligando a extrañamiento. Y yo... yo he abierto mi boca a Jehová, y no puedo volverme atrás”.

36 Pero ella le dijo: “Padre mío, si has abierto tu boca a Jehová, haz conmigo conforme a lo que ha salido de tu boca, puesto que Jehová ha ejecutado para ti actos de venganza sobre tus enemigos, los hijos de Ammón”.

37 Y pasó a decir a su padre: “Que se me haga esta cosa: Déjame por dos meses, y deja que me vaya, y ciertamente descenderé sobre las montañas, y déjame llorar mi virginidad, yo y mis compañeras”.

38 Ante esto, él dijo: “¡Ve!”. De modo que la envió por dos meses; y ella siguió yendo, ella con sus compañeras, y llorando su virginidad sobre las montañas.

39 Y al cabo de dos meses aconteció que vino de regreso a su padre, después de lo cual él llevó a cabo su voto que había hecho tocante a ella. En cuanto a ella, nunca tuvo relaciones [sexuales] con ningún hombre. Y vino a ser disposición reglamentaria en Israel:

40 De año en año las hijas de Israel iban a dar encomio a la hija de Jefté el galaadita, cuatro días en el año.