Biblia Online

La Palabra de Dios preservada y viva

728

MARCOS 16 Paralela rv60
y nvi

< Anterior

Siguiente >

Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.

2 Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.

3 Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?

4 Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.

5 Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.

6 Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.

7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.

8 Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.

9 Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios.

10 Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.

11 Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.

12 Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.

13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.

14 Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.

15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.

20 Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

  X


1 Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús.

2 Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron al sepulcro.

3 Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»

4 Pues la piedra era muy grande. Pero, al fijarse bien, se dieron cuenta de que estaba corrida.

5 Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado a la derecha, y se asustaron.

6 —No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.

7 Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo”.

8 Temblorosas y desconcertadas, las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie, porque tenían miedo. Apariciones y ascensión de Jesús

9 Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.

10 Ella fue y avisó a los que habían estado con él, que estaban lamentándose y llorando.

11 Pero ellos, al oír que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no lo creyeron.

12 Después se apareció Jesús en otra forma a dos de ellos que iban de camino al campo.

13 Estos volvieron y avisaron a los demás, pero no les creyeron a ellos tampoco.

14 Por último se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creerles a los que lo habían visto resucitado.

15 Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.

16 El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.

17 Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;

18 tomarán en sus manos serpientes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud».

19 Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

20 Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban.