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La Palabra de Dios preservada y viva

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MIQUEAS 3 Paralela rv60
y tnm

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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?

2 Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos;

3 que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

4 Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.

5 Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él:

6 Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos.

7 Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios.

8 Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

9 Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho;

10 que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia.

11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.

12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.

  X


1 Y procedí a decir: “Oigan, por favor, cabezas de Jacob y ustedes los comandantes de la casa de Israel. ¿No es negocio de ustedes el conocer la justicia?

2 Odiadores de lo que es bueno y amadores de la maldad, que arrancan la piel de la gente y el organismo de sus huesos;

3 ustedes los que también han comido el organismo de mi pueblo, y han desollado la mismísima piel de ellos, y desmenuzado sus propios huesos, y [los] han triturado como lo que está en una vasija de boca ancha y como carne en medio de una olla.

4 En aquel tiempo clamarán a Jehová por socorro, pero él no les responderá. Y él ocultará de ellos su rostro en aquel tiempo, según como cometieron maldad en sus tratos.

5 ”Esto es lo que ha dicho Jehová contra los profetas que están haciendo que mi pueblo ande errante, que están mordiendo con los dientes y que realmente claman: ‘¡Paz!’, que, cuando alguien no les pone [algo] en la boca, también de hecho santifican guerra contra este:

6 ‘Por lo tanto ustedes tendrán noche, de modo que no habrá visión; y oscuridad tendrán, de modo que no practiquen la adivinación. Y el sol ciertamente se pondrá sobre los profetas, y el día tendrá que oscurecerse sobre ellos.

7 Y los hombres de visiones tendrán que avergonzarse, y los adivinos ciertamente se desilusionarán. Y tendrán que cubrir el bigote, todos ellos, porque no hay respuesta de Dios’”.

8 Y, por otra parte, yo mismo he llegado a estar lleno de poder, con el espíritu de Jehová, y de justicia y poderío, para informar a Jacob su sublevación y a Israel su pecado.

9 Oigan, por favor, esto, ustedes los cabezas de la casa de Jacob y ustedes los comandantes de la casa de Israel, los que detestan la justicia y los que hacen aun torcido todo lo que es derecho;

10 edificando a Sión con actos de derramamiento de sangre y a Jerusalén con injusticia.

11 Sus propios cabezas juzgan meramente por un soborno, y sus propios sacerdotes instruyen solo por precio, y sus propios profetas practican adivinación sencillamente por dinero; sin embargo, sobre Jehová siguen apoyándose, y dicen: “¿No está Jehová en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros ninguna calamidad”.

12 Por lo tanto, a causa de ustedes Sión será arada como un simple campo, y Jerusalén misma llegará a ser simples montones de ruinas, y la montaña de la casa será como los lugares altos de un bosque.