< Anterior |
Siguiente > |
1 Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:
2 Los hijos de Israel celebrarán la pascua a su tiempo.
3 El decimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la celebraréis a su tiempo; conforme a todos sus ritos y conforme a todas sus leyes la celebraréis.
4 Y habló Moisés a los hijos de Israel para que celebrasen la pascua.
5 Celebraron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó Jehová a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
6 Pero hubo algunos que estaban inmundos a causa de muerto, y no pudieron celebrar la pascua aquel día; y vinieron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día,
7 y le dijeron aquellos hombres: Nosotros estamos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda a Jehová a su tiempo entre los hijos de Israel?
8 Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré lo que ordena Jehová acerca de vosotros.
9 Y Jehová habló a Moisés, diciendo:
10 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes, que estuviere inmundo por causa de muerto o estuviere de viaje lejos, celebrará la pascua a Jehová.
11 En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la celebrarán; con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán.
12 No dejarán del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todos los ritos de la pascua la celebrarán.
13 Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de celebrar la pascua, la tal persona será cortada de entre su pueblo; por cuanto no ofreció a su tiempo la ofrenda de Jehová, el tal hombre llevará su pecado.
14 Y si morare con vosotros extranjero, y celebrare la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra.
15 El día que el tabernáculo fue erigido, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana.
16 Así era continuamente: la nube lo cubría de día, y de noche la apariencia de fuego.
17 Cuando se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube paraba, allí acampaban los hijos de Israel.
18 Al mandato de Jehová los hijos de Israel partían, y al mandato de Jehová acampaban; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, permanecían acampados.
19 Cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de Jehová, y no partían.
20 Y cuando la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían.
21 Y cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, o cuando a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado un día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.
22 O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo permaneciendo sobre él, los hijos de Israel seguían acampados, y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos partían.
23 Al mandato de Jehová acampaban, y al mandato de Jehová partían, guardando la ordenanza de Jehová como Jehová lo había dicho por medio de Moisés.
1 Y Jehová procedió a hablar a Moisés en el desierto de Sinaí en el segundo año de la salida de ellos de la tierra de Egipto, en el primer mes, y dijo:
2 “Ahora bien, los hijos de Israel deben preparar el sacrificio de la pascua a su tiempo señalado.
3 El día catorce de este mes, entre las dos tardes, ustedes deben prepararlo a su tiempo señalado. Conforme a todos los estatutos y todos los procedimientos regulares de este deben prepararlo”.
4 De modo que Moisés habló a los hijos de Israel para que prepararan el sacrificio de la pascua.
5 Entonces prepararon el sacrificio de la pascua en el primer mes, el día catorce del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí. Conforme a todo lo que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
6 Ahora bien, sucedió que había unos hombres que se habían hecho inmundos por un alma humana, de modo que no podían preparar el sacrificio de la pascua en aquel día. Por lo tanto, se presentaron delante de Moisés y Aarón en aquel día.
7 Entonces le dijeron aquellos hombres: “Estamos inmundos por un alma humana. ¿Por qué se nos debe restringir de presentar la ofrenda a Jehová a su tiempo señalado en medio de los hijos de Israel?”.
8 Ante esto, Moisés les dijo: “Párense allí, y déjenme oír lo que Jehová mande acerca de ustedes”.
9 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo:
10 “Habla a los hijos de Israel, y di: ‘Aun cuando cualquier hombre de ustedes o de sus generaciones esté inmundo por un alma, o se halle en un viaje distante, él también tiene que preparar el sacrificio de la pascua a Jehová.
11 Deben prepararlo en el segundo mes, el día catorce, entre las dos tardes. Deben comerlo junto con tortas no fermentadas y verduras amargas.
12 No deben dejar que quede nada de él hasta la mañana, y no deben quebrarle hueso alguno. Conforme al estatuto entero de la pascua deben prepararlo.
13 Pero cuando el hombre estuviera limpio o no se hallara de viaje, y dejara de preparar el sacrificio de la pascua, aquella alma entonces tiene que ser cortada de su pueblo, porque no presentó la ofrenda de Jehová a su tiempo señalado. Aquel hombre responderá por su pecado.
14 ”’Y en caso de que un residente forastero esté residiendo con ustedes como forastero, él también tiene que preparar el sacrificio de la pascua a Jehová. Conforme al estatuto de la pascua y conforme a su procedimiento regular es como debe hacerlo. Debe existir un solo estatuto para ustedes, tanto para el residente forastero como para el natural del país’”.
15 Ahora bien, el día en que se erigió el tabernáculo, la nube cubrió el tabernáculo de la tienda del Testimonio, pero, al atardecer, lo que parecía ser fuego continuó sobre el tabernáculo, hasta la mañana.
16 De esa manera siguió constantemente: La nube lo cubría de día, y la apariencia de fuego de noche.
17 Y siempre que la nube subía de sobre la tienda, los hijos de Israel partían inmediatamente después, y en el lugar donde residía la nube, allí era donde acampaban los hijos de Israel.
18 Por orden de Jehová partían los hijos de Israel, y por orden de Jehová acampaban. Todos los días que la nube residía sobre el tabernáculo, se quedaban acampados.
19 Y cuando la nube prolongaba su detención sobre el tabernáculo muchos días, los hijos de Israel también guardaban para con Jehová su obligación de no partir.
20 Y a veces la nube continuaba unos cuantos días sobre el tabernáculo. Por orden de Jehová se quedaban acampados, y por orden de Jehová partían.
21 Y a veces la nube continuaba desde el atardecer hasta la mañana; y se alzaba la nube por la mañana, y ellos partían. Fuera de día o de noche que se alzara la nube, ellos también partían.
22 Fueran dos días o un mes o más días durante los cuales la nube prolongara su detención sobre el tabernáculo, residiendo sobre él, los hijos de Israel se quedaban acampados y no partían; pero cuando se alzaba, partían.
23 Por orden de Jehová acampaban, y por orden de Jehová partían. Guardaban su obligación para con Jehová por orden de Jehová, mediante Moisés.