1 «Escuchen, cielos, y hablaré; oye, tierra, las palabras de mi boca.
2 Que caiga mi enseñanza como lluvia y desciendan mis palabras como rocío,
3 Proclamaré el nombre del Señor. ¡Alaben la grandeza de nuestro Dios!
4 Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos son justos.
5 Actuaron contra él de manera corrupta; para vergüenza de ellos, ya no son sus hijos;
6 »¿Y así le pagas al Señor, pueblo tonto y necio?
7 Recuerda los días de antaño; considera las épocas del remoto pasado.
8 Cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones, cuando dividió a toda la humanidad,
9 Porque la porción del Señor es su pueblo; Jacob es su herencia asignada.
10 Lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del yermo.
11 como un águila que agita el nido y revolotea sobre sus polluelos,
12 »Solo el Señor lo guiaba; ningún dios extraño iba con él.
13 Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra y lo alimentó con el fruto de los campos.
14 con natas y leche de la manada y del rebaño, y con cebados corderos y cabritos;
15 »Jesurún engordó y pateó; se hartó de comida,
16 Lo provocó a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables.
17 Ofreció sacrificios a los demonios, que no son Dios;
18 ¡Desertaste de la Roca que te engendró! ¡Olvidaste al Dios que te dio vida!
19 »Al ver esto, el Señor los rechazó porque sus hijos y sus hijas lo irritaron.
20 “Les voy a dar la espalda —dijo—, y a ver en qué terminan;
21 Me provocaron a celos con lo que no es Dios como yo, y me enojaron con sus ídolos inútiles.
22 Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo del abismo.
23 »”Amontonaré calamidades sobre ellos y gastaré mis flechas en su contra.
24 Enviaré a que los consuman el hambre, la pestilencia nauseabunda y la plaga mortal.
25 En la calle, la espada los dejará sin hijos, y en sus casas reinará el terror.
26 Me dije: ‘Voy a dispersarlos; borraré de la tierra su memoria’.
27 Pero temí las provocaciones del enemigo; temí que el adversario no entendiera
28 »Como nación, son unos insensatos; carecen de discernimiento.
29 ¡Si tan solo fueran sabios y entendieran esto, y comprendieran cuál será su fin!
30 ¿Cómo podría un hombre perseguir a mil si su Roca no los hubiera vendido?
31 Su roca no es como la nuestra. ¡Aun nuestros enemigos lo reconocen!
32 Su viña es un retoño de Sodoma, de los campos de Gomorra.
33 Su vino es veneno de víboras, ponzoña mortal de serpientes.
34 »“¿No he tenido esto en reserva, y lo he sellado en mis archivos?
35 Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará.
36 »El Señor defenderá a su pueblo cuando lo vea sin fuerzas;
37 Y les dirá: “¿Dónde están ahora sus dioses, la roca en la cual se refugiaron?
38 ¿Dónde están los dioses que comieron la gordura de sus sacrificios
39 »”¡Vean ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí.
40 Levanto la mano al cielo y declaro: Tan seguro como que vivo para siempre,
41 cuando afile mi espada reluciente y en el día del juicio la tome en mis manos,
42 Mis flechas se embriagarán de sangre, y mi espada se hartará de carne:
43 »Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios; él vengará la sangre de sus siervos.
45 Cuando terminó, les dijo a todos los israelitas: