1 Así dice el Señor acerca de los amonitas: «¿Acaso Israel no tiene hijos?
2 Vienen días —afirma el Señor— en que yo haré resonar el grito de guerra
3 »¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida! ¡Griten, hijas de Rabá!
4 ¿Por qué te jactas de tus valles, de tus fértiles valles,
5 Voy a hacer que te acose el terror por todas partes
6 »Pero, después de esto, cambiaré la suerte de los amonitas»,
7 Así dice el Señor Todopoderoso acerca de Edom: «¿Ya no hay sabiduría en Temán?
8 Habitantes de Dedán: ¡Huyan, vuélvanse atrás!
9 Si los vendimiadores llegaran a ti, ¿no te dejarían algunos racimos?
10 Pero yo despojaré por completo a Esaú; descubriré sus escondites, y no podrá ocultarse.
11 ¡Abandona a tus huérfanos, que yo les protegeré la vida!
12 Así dice el Señor: «Los que no estaban condenados a beber la copa de castigo la bebieron. ¿Y acaso tú vas a quedarte sin castigo? ¡De ninguna manera quedarás impune, sino que también beberás de esa copa!
13 Juro por mí mismo —afirma el Señor—, que Bosra se convertirá en objeto de maldición, y en horror, oprobio y desolación. Para siempre quedarán en ruinas todas sus ciudades».
14 He oído un mensaje del Señor. Un heraldo lo anuncia entre las naciones:
15 «Te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres.
16 Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas; tú, que ocupas las alturas de los montes:
17 Tan espantosa será la caída de Edom que todo el que pase junto a la ciudad
18 Será como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas;
19 »Como león que sale de los matorrales del Jordán hacia praderas de verdes pastos,
20 Por eso, escuchen el plan que el Señor ha diseñado contra Edom;
21 Tiembla la tierra por el estruendo de su caída;
22 Remonta vuelo el enemigo, se desliza como un águila,
23 Mensaje acerca de Damasco: «Jamat y Arfad están desconcertadas,
24 Damasco desfallece; trató de huir, pero la dominó el pánico.
25 ¿Por qué no ha sido abandonada la ciudad famosa, la que era mi delicia?
26 En aquel día sus jóvenes quedarán tendidos en las calles;
27 Prenderé fuego al muro de Damasco, y los palacios de Ben Adad serán consumidos».
28 Así dice el Señor acerca de Cedar y de los reinos de Jazor que fueron atacados por Nabucodonosor, rey de Babilonia: «¡Vamos, ataquen a Cedar!
29 Sus carpas y rebaños les serán arrebatados, se llevarán sus toldos, bienes y camellos.
30 »¡Huyan, habitantes de Jazor! Escapen ya, escóndanse
31 »¡Vamos, ataquen a esta nación indolente que vive del todo confiada,
32 Sus camellos serán el botín, y su numeroso ganado, el despojo.
33 Jazor se convertirá en una guarida de chacales, en un lugar desolado para siempre.
34 La palabra del Señor acerca de Elam vino al profeta Jeremías al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá.
35 Así dice el Señor Todopoderoso: «Voy a quebrar el arco de Elam;
36 Voy a desatar contra Elam los cuatro vientos desde los cuatro confines de la tierra.
37 Aterraré a Elam frente a sus enemigos, frente a los que atentan contra su vida;
38 Estableceré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a sus oficiales
39 »Pero en los días venideros cambiaré la suerte de Elam»,