1 »Llamen a sus hermanos: “Pueblo mío”, y a sus hermanas: “Compadecidas”. Castigo y restauración de Israel
2 »¡Échenle en cara a su madre que ni ella es mi esposa ni yo su esposo!
3 De lo contrario, la desnudaré por completo; la dejaré como el día en que nació.
4 No tendré compasión de sus hijos, porque son hijos de prostitución.
5 Su madre es una prostituta; ¡la que los concibió es una sinvergüenza!
6 Por eso le cerraré el paso con espinos; la encerraré para que no encuentre el camino.
7 Con ardor perseguirá a sus amantes, y al no encontrarlos dirá:
8 Ella no ha querido reconocer que soy yo quien le da el grano, el vino nuevo y el aceite.
9 »Por eso, llegado el momento le quitaré mi trigo y mi vino nuevo.
10 Voy a exhibir su desvergüenza a la vista de sus amantes,
11 Pondré fin a todo su jolgorio: sus peregrinaciones, sus lunas nuevas,
12 Devastaré sus vides y sus higueras, que consideraba la paga de sus amantes.
13 La llamaré a cuentas por los días en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses,
14 »Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto
15 Allí le devolveré sus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia
16 »En aquel día —afirma el Señor—, ya no me llamarás: “mi señor”,
17 Te quitaré de los labios el nombre de tus falsos dioses, y nunca más volverás a invocarlos.
18 Aquel día haré en tu favor un pacto con los animales del campo,
19 Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia,
20 Te daré como dote mi fidelidad, y entonces conocerás al Señor.
21 »En aquel día yo responderé —afirma el Señor—;
22 la tierra les responderá al cereal, al vino nuevo y al aceite,
23 Yo la sembraré para mí en la tierra; me compadeceré de la “Indigna de compasión”,