1 Sálvanos, Señor, que ya no hay gente fiel; ya no queda gente sincera en este mundo.
2 No hacen sino mentirse unos a otros; sus labios lisonjeros hablan con doblez.
3 El Señor cortará todo labio lisonjero y toda lengua jactanciosa
4 que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos.
5 Dice el Señor: «Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos,
6 Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada,
7 Tú, Señor, nos protegerás; tú siempre nos defenderás de esta gente,
8 aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.