1 Que se levante Dios, que sean dispersados sus enemigos,
2 Que desaparezcan del todo, como humo que se disipa con el viento;
3 Pero que los justos se alegren y se regocijen; que estén felices y alegres delante de Dios.
4 Canten a Dios, canten salmos a su nombre; aclamen a quien cabalga por las estepas,
5 Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa.
6 Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos;
7 Cuando saliste, oh Dios, al frente de tu pueblo, cuando a través de los páramos marchaste, Selah
8 la tierra se estremeció, los cielos se vaciaron,
9 Tú, oh Dios, diste abundantes lluvias; reanimaste a tu extenuada herencia.
10 Tu familia se estableció en la tierra que en tu bondad, oh Dios, preparaste para el pobre.
11 El Señor ha emitido la palabra, y millares de mensajeras la proclaman:
12 «Van huyendo los reyes y sus tropas; en las casas, las mujeres se reparten el botín:
13 alas de paloma cubiertas de plata, con plumas de oro resplandeciente.
14 Cuando el Todopoderoso puso en fuga a los reyes de la tierra,
15 Montañas de Basán, montañas imponentes; montañas de Basán, montañas escarpadas:
16 ¿Por qué, montañas escarpadas, miran con envidia al monte donde a Dios le place residir,
17 Los carros de guerra de Dios se cuentan por millares;
18 Cuando tú, Dios y Señor, ascendiste a las alturas,
19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah
20 Nuestro Dios es un Dios que salva; el Señor Soberano nos libra de la muerte.
21 Dios aplastará la cabeza de sus enemigos, la testa enmarañada de los que viven pecando.
22 El Señor nos dice: «De Basán los regresaré; de las profundidades del mar los haré volver,
23 para que se empapen los pies en la sangre de sus enemigos;
24 En el santuario pueden verse las procesiones de mi Dios,
25 Los cantores van al frente, seguidos de los músicos de cuerda,
26 Bendigan a Dios en la gran congregación; alaben al Señor, descendientes de Israel.
27 Los guía la joven tribu de Benjamín, seguida de los múltiples príncipes de Judá
28 Despliega tu poder, oh Dios; haz gala, oh Dios, de tu poder,
29 Por causa de tu templo en Jerusalén los reyes te ofrecerán presentes.
30 Reprende a esa bestia de los juncos, a esa manada de toros bravos
31 Egipto enviará embajadores, y Cus se someterá a Dios.
32 Cántenle a Dios, oh reinos de la tierra, cántenle salmos al Señor, Selah
33 al que cabalga por los cielos, los cielos antiguos,
34 Reconozcan el poder de Dios; su majestad está sobre Israel,
35 En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo!