< Anterior |
Siguiente > |
1 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos.
2 Está dividido su corazón. Ahora serán hallados culpables; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos.
3 Seguramente dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová; ¿y qué haría el rey por nosotros?
4 Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo.
5 Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, la cual será disipada.
6 Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo.
7 De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie de las aguas.
8 Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
9 Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos.
10 Y los castigaré cuando lo desee; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando sean atados por su doble crimen.
11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo pasaré sobre su lozana cerviz; haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia.
13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes.
14 Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue destrozada con los hijos.
15 Así hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de Israel.
1 Israel era una vid frondosa que daba fruto a su antojo.
2 Su corazón es escurridizo, pero tendrá que cargar con su culpa.
3 Tal vez dirán: «No hemos temido al Señor, y por eso no tenemos rey.
4 Hablan solo por hablar; juran en falso y hacen tratos;
5 Temen los moradores de Samaria por el becerro que adoran en Bet Avén.
6 El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey.
7 Samaria y su rey desaparecerán como rama arrastrada por el agua.
8 Serán destruidos sus santuarios paganos, lugares de pecado de Israel.
9 «Tú, Israel, has venido pecando desde los días de Guibeá,
10 Cuando yo quiera, los castigaré; entonces las naciones se juntarán contra ellos
11 Efraín es una novilla adiestrada a la que le gusta trillar,
12 ¡Siembren para ustedes justicia! ¡Cosechen el fruto del amor,
13 Pero ustedes sembraron maldad, cosecharon crímenes y comieron el fruto de la mentira,
14 Un estruendo de guerra se levantará contra su pueblo, y todas sus fortalezas serán devastadas,
15 Esto es lo que Betel les hizo a ustedes, a causa de su extrema maldad.