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PROVERBIOS 21 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Como los repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina.

2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.

3 Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable que sacrificio.

4 Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos, son pecado.

5 Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

6 Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.

7 La rapiña de los impíos los destruirá, Por cuanto no quisieron hacer juicio.

8 El camino del hombre perverso es torcido y extraño; Mas los hechos del limpio son rectos.

9 Mejor es vivir en un rincón del terrado Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

10 El alma del impío desea el mal; Su prójimo no halla favor en sus ojos.

11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio; Y cuando se le amonesta al sabio, aprende ciencia.

12 Considera el justo la casa del impío, Cómo los impíos son trastornados por el mal.

13 El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.

14 La dádiva en secreto calma el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira.

15 Alegría es para el justo el hacer juicio; Mas destrucción a los que hacen iniquidad.

16 El hombre que se aparta del camino de la sabiduría Vendrá a parar en la compañía de los muertos.

17 Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

18 Rescate del justo es el impío, Y por los rectos, el prevaricador.

19 Mejor es morar en tierra desierta Que con la mujer rencillosa e iracunda.

20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa.

21 El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la honra.

22 Tomó el sabio la ciudad de los fuertes, Y derribó la fuerza en que ella confiaba.

23 El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.

24 Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso Que obra en la insolencia de su presunción.

25 El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar.

26 Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.

27 El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

28 El testigo mentiroso perecerá; Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.

29 El hombre impío endurece su rostro; Mas el recto ordena sus caminos.

30 No hay sabiduría, ni inteligencia, Ni consejo, contra Jehová.

31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.

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1 El corazón de un rey es como corrientes de agua en la mano de Jehová. Adondequiera que él se deleita en hacerlo, lo vuelve.

2 Todo camino del hombre es recto a sus propios ojos, pero Jehová está avaluando los corazones.

3 Efectuar la justicia y el juicio es más preferible a Jehová que el sacrificio.

4 Ojos altivos y un corazón arrogante —lámpara de los inicuos— son pecado.

5 Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia.

6 El conseguir tesoros con una lengua falsa es una exhalación impelida [por el viento], en el caso de los que buscan la muerte.

7 El mismísimo despojo violento efectuado por los inicuos los arrastrará, porque han rehusado hacer justicia.

8 Un hombre, aun un extraño, es torcido en [su] camino; pero el puro es recto en su actividad.

9 Mejor es morar en un rincón de un techo que con una esposa contenciosa, aunque en una casa en común.

10 La mismísima alma del inicuo ha deseado con vehemencia lo que es malo; su prójimo no será objeto de favor a sus ojos.

11 Por la imposición de una multa al burlador, el inexperto se hace sabio; y por dar uno perspicacia al sabio, este consigue conocimiento.

12 El Justo está considerando la casa del inicuo, y subvierte a los inicuos para calamidad [de ellos].

13 En cuanto a cualquiera que tapa su oído al clamor quejumbroso del de condición humilde, él mismo también clamará y no se le responderá.

14 Una dádiva hecha en secreto aplaca la cólera; y un soborno en el seno, la furia fuerte.

15 Es un regocijo para el justo hacer justicia, pero hay algo terrible para los que practican lo que es perjudicial.

16 En cuanto al hombre que, vagando, se aleja del camino de la perspicacia, descansará en la mismísima congregación de los que están impotentes en la muerte.

17 El que ama la diversión será un individuo indigente; el que ama el vino y el aceite no ganará riquezas.

18 El inicuo es un rescate para el justo; y el que obra traidoramente toma el lugar de los rectos.

19 Mejor es morar en tierra desértica que con una esposa contenciosa junto con irritación.

20 Hay tesoro deseable y aceite en la habitación del sabio, pero el hombre que es estúpido se lo tragará.

21 El que sigue tras la justicia y la bondad amorosa hallará vida, justicia y gloria.

22 El sabio ha escalado hasta la ciudad de hombres poderosos, para rebajar la fuerza de la confianza de ella.

23 El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de las angustias.

24 Presuntuoso y soberbio fanfarrón es el nombre del que actúa en un furor de presunción.

25 El mismísimo deseo vehemente del perezoso le dará muerte, pues sus manos han rehusado trabajar.

26 Todo el día ha mostrado que está deseando con gran vehemencia, pero el justo da y no retiene nada.

27 El sacrificio de los inicuos es cosa detestable. ¡Cuánto más cuando uno lo trae junto con conducta relajada!

28 El testigo mentiroso perecerá, pero el hombre que escucha hablará aun para siempre.

29 El hombre inicuo ha adoptado un rostro descarado, pero el recto es el que establece firmemente sus caminos.

30 No hay sabiduría, ni ningún discernimiento, ni ningún consejo en oposición a Jehová.

31 El caballo es algo preparado para el día de la batalla, pero la salvación pertenece a Jehová.