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1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
1 (Canción de las Subidas. De Salomón.)par A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale que sus edificadores hayan trabajado duro en ella. A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto.
2 De nada vale que ustedes estén levantándose muy de mañana, que estén sentados tarde, que estén comiendo alimento con dolores. Justamente así él da sueño aun a su amado.
3 ¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.
4 Como flechas en la mano de un hombre poderoso, así son los hijos de la juventud.
5 Feliz es el hombre físicamente capacitado que ha llenado su aljaba de ellos. No serán avergonzados, porque hablarán con enemigos en la puerta.