< Anterior |
Siguiente > |
1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
8 Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo, Y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
20 Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
21 Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado.
22 Redime, oh Dios, a Israel De todas sus angustias.
1 A ti, Señor, elevo mi alma; Bet
2 mi Dios, en ti confío; no permitas que sea yo humillado,
3 Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado;
4 Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador;
6 Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado;
7 olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud.
8 Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino.
9 Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.
10 Todas las sendas del Señor son amor y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto.
11 Por amor a tu nombre, Señor, perdona mi gran iniquidad.
12 ¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos.
13 Tendrá una vida placentera, y sus descendientes heredarán la tierra.
14 El Señor brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto.
15 Mis ojos están puestos siempre en el Señor, pues solo él puede sacarme de la trampa.
16 Vuelve a mí tu rostro y tenme compasión, pues me encuentro solo y afligido.
17 Crecen las angustias de mi corazón; líbrame de mis tribulaciones.
18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias, y borra todos mis pecados.
19 ¡Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y cuán violento es el odio que me tienen!
20 Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado,
21 Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza.
22 ¡Libra, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!