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SALMOS 31 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia.

2 Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.

3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.

4 Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio.

5 En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

6 Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado.

7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las angustias.

8 No me entregaste en mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar espacioso.

9 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo.

10 Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.

11 De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos; Los que me ven fuera huyen de mí.

12 He sido olvidado de su corazón como un muerto; He venido a ser como un vaso quebrado.

13 Porque oigo la calumnia de muchos; El miedo me asalta por todas partes, Mientras consultan juntos contra mí E idean quitarme la vida.

14 Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.

15 En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.

16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia.

17 No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol.

18 Enmudezcan los labios mentirosos, Que hablan contra el justo cosas duras Con soberbia y menosprecio.

19 ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

20 En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.

21 Bendito sea Jehová, Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.

22 Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.

23 Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia.

24 Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.

  X


1 En ti, Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen;

2 Inclina a mí tu oído, y acude pronto a socorrerme.

3 Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza, dirígeme por amor a tu nombre.

4 Líbrame de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi refugio.

5 En tus manos encomiendo mi espíritu; líbrame, Señor, Dios de la verdad.

6 Odio a los que veneran ídolos vanos; yo, por mi parte, confío en ti, Señor.

7 Me alegro y me regocijo en tu amor, porque tú has visto mi aflicción

8 No me entregaste al enemigo, sino que me pusiste en lugar espacioso.

9 Tenme compasión, Señor, que estoy angustiado; el dolor está acabando con mis ojos,

10 La vida se me va en angustias, y los años en lamentos;

11 Por causa de todos mis enemigos, soy el hazmerreír de mis vecinos;

12 Me han olvidado, como si hubiera muerto; soy como una vasija hecha pedazos.

13 Son muchos a los que oigo cuchichear: «Hay terror por todas partes».

14 Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: «Tú eres mi Dios».

15 Mi vida entera está en tus manos; líbrame de mis enemigos y perseguidores.

16 Que irradie tu faz sobre tu siervo; por tu gran amor, sálvame.

17 Señor, no permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado.

18 Que sean silenciados sus labios mentirosos, porque hablan contra los justos

19 Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen,

20 Al amparo de tu presencia los proteges de las intrigas humanas;

21 Bendito sea el Señor, pues mostró su gran amor por mí

22 En mi confusión llegué a decir: «¡He sido arrojado de tu presencia!»

23 Amen al Señor, todos sus fieles; él protege a los dignos de confianza,

24 Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan.