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1 Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende.
2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo,
3 Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo.
4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah
5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
6 Días sobre días añadirás al rey; Sus años serán como generación y generación.
7 Estará para siempre delante de Dios; Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.
8 Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día.
1 Oh Dios, escucha mi clamor y atiende a mi oración.
2 Desde los confines de la tierra te invoco, pues mi corazón desfallece;
3 Porque tú eres mi refugio, mi baluarte contra el enemigo.
4 Anhelo habitar en tu casa para siempre y refugiarme debajo de tus alas. Selah
5 Tú, oh Dios, has aceptado mis votos y me has dado la heredad de quienes te honran.
6 Concédele al rey más años de vida; que sean sus días una eternidad.
7 Que reine siempre en tu presencia, y que tu amor y tu verdad lo protejan.
8 Así cantaré siempre salmos a tu nombre y cumpliré mis votos día tras día.