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SALMOS 81 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

2 Entonad canción, y tañed el pandero, El arpa deliciosa y el salterio.

3 Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.

4 Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob.

5 Lo constituyó como testimonio en José Cuando salió por la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía;

6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos.

7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah

8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres,

9 No habrá en ti dios ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño.

10 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré.

11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí.

12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos.

13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel!

14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios.

15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre.

16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría.

  X


1 Canten alegres a Dios, nuestra fortaleza; ¡aclamen con regocijo al Dios de Jacob!

2 ¡Entonen salmos! ¡Toquen ya la pandereta,

3 Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva, y en la luna llena, día de nuestra fiesta.

4 Este es un decreto para Israel, una ordenanza del Dios de Jacob.

5 Lo estableció como un pacto con José cuando salió de la tierra de Egipto.

6 «Te he quitado la carga de los hombros; tus manos se han librado del pesado cesto.

7 En tu angustia me llamaste, y te libré; oculto en el nubarrón te respondí;

8 »Escucha, pueblo mío, mis advertencias; ¡ay, Israel, si tan solo me escucharas!

9 No tendrás ningún dios extranjero, ni te inclinarás ante ningún dios extraño.

10 Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto.

11 »Pero mi pueblo no me escuchó; Israel no quiso hacerme caso.

12 Por eso los abandoné a su obstinada voluntad, para que actuaran como mejor les pareciera.

13 »Si mi pueblo tan solo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos,

14 ¡cuán pronto sometería yo a sus enemigos, y volvería mi mano contra sus adversarios!

15 Los que aborrecen al Señor se rendirían ante él, pero serían eternamente castigados.

16 Y a ti te alimentaría con lo mejor del trigo; con miel de la peña te saciaría».