< Anterior |
Siguiente > |
1 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso.
2 Guarda mi alma, porque soy piadoso; Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
3 Ten misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti clamo todo el día.
4 Alegra el alma de tu siervo, Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
6 Escucha, oh Jehová, mi oración, Y está atento a la voz de mis ruegos.
7 En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes.
8 Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras.
9 Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre.
10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.
11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.
13 Porque tu misericordia es grande para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.
14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, Y conspiración de violentos ha buscado mi vida, Y no te pusieron delante de sí.
15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,
16 Mírame, y ten misericordia de mí; Da tu poder a tu siervo, Y guarda al hijo de tu sierva.
17 Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.
1 (Oración de David.)par Inclina, oh Jehová, tu oído. Respóndeme, porque estoy afligido y soy pobre.
2 Oh, guarda mi alma, sí, porque soy leal. Salva a tu siervo —tú eres mi Dios— que está confiando en ti.
3 Muéstrame favor, oh Jehová, porque a ti sigo clamando todo el día.
4 Regocija el alma de tu siervo, porque a ti, oh Jehová, levanto mi mismísima alma.
5 Porque tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante.
6 Presta oído, sí, oh Jehová, a mi oración; y de veras presta atención a la voz de mis súplicas.
7 En el día de mi angustia ciertamente te invocaré, porque tú me responderás.
8 No hay ninguno como tú entre los dioses, oh Jehová, ni hay obras como las tuyas.
9 Todas las naciones que has hecho vendrán ellas mismas, y se inclinarán delante de ti, oh Jehová, y darán gloria a tu nombre.
10 Porque tú eres grande y estás haciendo cosas maravillosas; tú eres Dios, tú solo.
11 Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre.
12 Te elogio, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, y ciertamente glorificaré tu nombre hasta tiempo indefinido,
13 porque tu bondad amorosa es grande para conmigo, y has librado mi alma del Seol, de su lugar más bajo.
14 Oh Dios, los presuntuosos mismos se han levantado contra mí; y la mismísima asamblea de los tiránicos ha buscado mi alma, y no te han puesto enfrente de sí.
15 Pero tú, oh Jehová, eres Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y apego a la verdad.
16 Dirígete a mí y muéstrame favor. Da, sí, tu fuerza a tu siervo, y de veras salva al hijo de tu esclava.
17 Efectúa conmigo una señal que signifique bondad, para que [la] vean los que me odian y se avergüencen. Porque tú mismo, oh Jehová, me has ayudado y me has consolado.