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SALMOS 9 Paralela rv60
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Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)


1 Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.

2 Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

3 Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti.

4 Porque has mantenido mi derecho y mi causa; Te has sentado en el trono juzgando con justicia.

5 Reprendiste a las naciones, destruiste al malo, Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.

6 Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas.

7 Pero Jehová permanecerá para siempre; Ha dispuesto su trono para juicio.

8 El juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con rectitud.

9 Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia.

10 En ti confiarán los que conocen tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.

11 Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras.

12 Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; No se olvidó del clamor de los afligidos.

13 Ten misericordia de mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte,

14 Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.

15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie.

16 Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah

17 Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios.

18 Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las naciones delante de ti.

20 Pon, oh Jehová, temor en ellos; Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

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1 Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.

2 Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.

3 Mis enemigos retroceden; tropiezan y perecen ante ti.

4 Porque tú me has hecho justicia, me has vindicado; tú, juez justo, ocupas tu trono.

5 Reprendiste a los paganos, destruiste a los malvados; ¡para siempre borraste su memoria!

6 Desgracia sin fin cayó sobre el enemigo; arrancaste de raíz sus ciudades,

7 Pero el Señor reina por siempre; para emitir juicio ha establecido su trono.

8 Juzgará al mundo con justicia; gobernará a los pueblos con equidad.

9 El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia.

10 En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan.

11 Canten salmos al Señor, el rey de Sión; proclamen sus proezas entre las naciones.

12 El vengador de los inocentes se acuerda de ellos; no pasa por alto el clamor de los afligidos.

13 Ten compasión de mí, Señor; mira cómo me afligen los que me odian.

14     para que en las puertas de Jerusalén proclame tus alabanzas y me regocije en tu salvación.

15 Han caído los paganos en la fosa que han cavado;

16 Al Señor se le conoce porque imparte justicia; el malvado cae en la trampa que él mismo tendió. Higaión. Selah

17 Bajan al sepulcro los malvados, todos los paganos que de Dios se olvidan.

18 Pero el necesitado no será olvidado para siempre, ni para siempre se perderá la esperanza del pobre.

19 ¡Levántate, Señor! No dejes que el hombre prevalezca;

20 Infúndeles terror, Señor; ¡que los pueblos sepan que son simples mortales! Selah