“ Y espíritu mismo envolvió a Amasai, el cabeza de los treinta: “Tuyos [somos], oh David, y contigo [estamos], oh hijo de Jesé. Paz, paz sea tuya, y paz al que te ayuda, porque tu Dios te ha ayudado”. De manera que David los recibió y los puso entre los cabezas de las tropas.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)