“ Por eso Jeroboán dijo a su esposa: “Levántate, por favor, y tienes que disfrazarte para que no sepan que eres la esposa de Jeroboán, y tienes que ir a Siló. ¡Mira! Allí es donde está Ahíya el profeta. Él es el que habló respecto de mí acerca de llegar a ser rey sobre este pueblo.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)