“ Y ahora manda que me corten cedros del Líbano; y mis siervos mismos resultarán estar con tus siervos, y el salario de tus siervos te lo daré conforme a todo lo que digas, porque tú mismo bien sabes que no hay entre nosotros ninguno que sepa cortar árboles como los sidonios”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)