“ Y cuando se fueron de él (porque lo dejaron con muchas enfermedades), sus propios siervos conspiraron contra él a causa de la sangre de los hijos de Jehoiadá el sacerdote; y lograron matarlo sobre su propio lecho, de modo que murió. Entonces lo enterraron en la Ciudad de David, pero no lo enterraron en las sepulturas de los reyes.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)