“ Cuando Azarías el sacerdote principal y todos los sacerdotes se volvieron hacia él, pues, ¡allí estaba azotado de lepra en la frente! De modo que excitadamente empezaron a sacarlo de allí, y él mismo también se apresuró a salir, porque Jehová lo había herido.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)