“ Y así fue como, mediante los voceros de los príncipes de Babilonia que fueron enviados a él para inquirir acerca del portento presagioso que había sucedido en el país, el Dios [verdadero] lo dejó para ponerlo a prueba, para llegar a saber todo lo que había en su corazón.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)