“ Además, la imagen tallada que había hecho la puso en la casa del Dios [verdadero], respecto a la cual Dios había dicho a David y a Salomón su hijo: “En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre hasta tiempo indefinido.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)