“ Y el rey pasó a decir: “¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?”. Entonces la mujer contestó y dijo: “Tan ciertamente como que vive tu alma, oh mi señor el rey, ningún hombre puede ir a la derecha ni a la izquierda de todo lo que ha hablado mi señor el rey; porque fue tu siervo Joab el que me dio orden, y él fue quien puso en la boca de tu sierva todas estas palabras.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)