“ En seguida David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: “Levántense, y huyamos; ¡porque resultará que no tendremos escape a causa de Absalón! ¡Vayan apresuradamente, por temor de que él se dé prisa y realmente nos alcance y haga venir sobre nosotros lo que es malo y hiera la ciudad a filo de espada!”.
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)