“ Y David dijo además a Abisai y a todos sus siervos: “Miren que mi propio hijo, que ha salido de mis mismas entrañas, anda buscando mi alma; ¡y cuánto más ahora un benjaminita! ¡Déjenlo para que invoque el mal, porque así se lo ha dicho Jehová!
.”
Traducción del Nuevo Mundo 1987 (tnm)